Maribel Villarreal
20/08/2017
Sin candados
No hay que perder de vista que la formalidad a las candidaturas ciudadanas aprobadas por el PRI en su 22 Asamblea Nacional es aplicable a todos los cargos de elección popular.
Con más de 18 mil posiciones en disputa, la contienda del 2018 marcará el debut de las nuevas reglas y probara su efecto en el electorado.
El PRI se abrió a la sociedad y cerró la puerta a los «chapulines» por qué no le quedó de otra.
Revisar las recientes modificaciones de los estatutos revela la urgencia priísta de reconciliarse con los ciudadanos ante la sucesión presidencial y tras el desastre electoral del 2016.
Sin embargo eso no es suficiente.
La inconformidad nacional se origina en el miserable resultado de la economía y en los compromisos incumplidos del presidente ENRIQUE PEÑA NIETO.
Tiene que ver con el fracasado empeño de regresar la seguridad, con los permisibles índices de corrupción y con los vergonzosos hechos de impunidad.
Se deriva de la falta de empleo y de los raquíticos salarios.
Se relaciona con las limitadas oportunidades de educación y con la insuficiencia de un sistema público de salud que no cura.
Tiene lugar por el alza a las gasolinas y por el indiscriminado aumento en la energía eléctrica.
Es por los recursos presupuestados y no entregados. Por el burocratismo y el saqueo. Por las obras no ejecutadas y por las mal ejecutadas que a la postre derivan en negligencia y muerte.
Se trata del olvido al campo. De la pobreza rural y de la enésima esperanza fallida de mejores condiciones de vida.
Radica en el cobro de mayores impuestos y la incongruente devolución de apoyos en servicios y programas sociales cada vez más reducidos.
La evaluación pública en el tramo final de su mandato es reprobatoria y le pega directo al PRI. Es inevitable.
Que bueno que el petrolero tamaulipeco y actual senador CARLOS ROMERO DESCHAMPS no podrá, -por lo menos en el siguiente periodo-, ser diputado federal para mantenerse protegido a base de fuero.
Que bueno que ya no habrá manutención permanente a personajes como MANLIO FABIO BELTRONES, EMILIO GAMBOA PATRÓN y CÉSAR CAMACHO.
Que bueno que cualquier ciudadano honorable pueda ahora convertirse en abanderado del PRI porque según los cambios ellos sí serán revisados con lupa.
Bien…muy bien por los priístas que atendieron puntualmente la línea presidencial a conveniencia pero…
Si el presidente hubiera hecho bien su chamba no hubieran tenido necesidad de quitar sus ancestrales candados y no estarían al borde del abismo…electoral.