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LOS JUEGOS DEL PODER
Maribel Villarreal
01/08/2017
Prueba de Amor
¿Podría creerse que los priístas FELIPE GARZA NARVÁEZ, ERASMO GONZÁLEZ o FERNANDO AZCÁRRAGA se fueron a MORENA porque realmente están comprometidos con un cambio de rumbo en Tamaulipas?
No.
El trazo de la traición es indeleble. Fueron beneficiarios mientras se pudo y hoy con el barco hundido simplemente escapan.
En serio…¿Porque no se fueron al PRD, al Verde Ecologista, a Encuentro Social, a Movimiento Ciudadano o a Nueva Alianza?
Las encuestas mantienen desde hace meses a ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR como favorito a la presidencia de México y eso, en una elección concurrente, produce muchos ganadores de «chiripa».
No serán los únicos arribistas. Hay muchos otros que podrían filtrarse a las filas partidistas buscando objetivos meramente personales.
Es cierto que hay sumas que restan. Alguien les abrió la puerta y AMLO les dio la bienvenida en aquel (literal) acalorado evento del 10 de junio en el gimnasio de la UAT en Victoria.
El incongruente discurso del ex «presidente legítimo» criticando a los priístas y rodeado de ellos.
¿Será que realmente los necesita para ganar en Tamaulipas como para traicionar su trillado sermón contra la mafia del poder? ¿Considera tontos a los ciudadanos? ¿Cuántos votos le pueden generar?
El actuar de los operadores de MORENA confunde a los propios seguidores de Andrés Manuel y decepciona a los electores indecisos que podrían ver en su propuesta una alternativa al asqueado escenario de los partidos tradicionales.
Lo peor estaría por venir con la definición de los candidatos si se confirma al flamante partido MORENA con un desgastado personaje como Garza Narváez a la senaduría.
¿Cómo se vería la propuesta del refrendado panista CARLOS ENRIQUE CANTURROSAS a la alcaldía de Nuevo Laredo cuando las cuentas de su reciente administración municipal «no cuadran» y están «reprobadas» en el Congreso del Estado?
Sería imperdonable cuando la lucha contra la corrupción y la impunidad son banderas del tabasqueño y se asumen como el origen a muchos de los males en México.
En el afán de ganar están cometiendo errores. A los priístas ya les abrieron la puerta y les festejaron la llegada en medio de un abucheo que hizo patente la inconformidad.
¿Qué sigue?
Hacerlos candidatos sería nocivo para el proyecto de AMLO.
Como cualquier nuevo militante en cualquier partido político podrían empezar por pegar calcas en las asoleadas brigadas de impacto.
¿Estarían dispuestos a probar el repentino amor por MORENA y Andrés Manuel cuando no lo hicieron ni en el PRI que tanto les dio?