Maribel Villarreal
25/07/17
De Chihuahua a Tamaulipas
A 13 meses de la derrota, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI se decidió por OMAR BAZÁN como nuevo presidente del CDE en Chihuahua. Rendirá protesta el próximo 30 de julio.
El presidente de Fundación Colosio fue candidato único apoyado por el ex gobernador REYES BAEZA, actual director general del ISSSTE y hombre cercano a MANLIO FABIO BELTRONES.
El proceso desató la lucha interna. Con la bendición de EMILIO GAMBOA, la senadora LILIA MERODIO se quedó en el intento. El Senado le negó licencia y se dice que en la negociación le prometieron una diputación plurinomonal.
Estaría por verse si la conformaron y es que la legisladora no asistió a la ceremonia de registro el viernes anterior.
Ex diputado federal, ex líder del Frente Juvenil y colaborador cercano del extinto gobernador Saúl González Herrera, Bazán encabezó la planilla única, la del dedazo.
Lleva como fórmula a la secretaria general a GEORGINA ZAPATA actual diputada local e hija del líder obrero en el Estado.
En Chihuahua, el PRI confirmó que en la derrota es el mismo. Cerró el proceso, decidió desde la cúpula y sometió a la militancia.
¿Porque habría de ser diferente en Tamaulipas?
La militancia tamaulipeca está incrédula a la apertura partidista y tienen razón al observar los acontecimientos de Chihuahua donde también perdió la gubernatura en el 2016.
La primera pregunta sería ¿Por qué sostener en la secretaría general a AÍDA ZULEMA FLORES cuando sirve a los intereses del ex gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ calificado de traidor?
No sería mejor borrar todo vestigio de dudas teniendo tan cercana la elección del 2018.
¿Por qué la convocatoria para elegir presidente sustituto marca larguísimos plazos para el registro de aspirantes, para la reunión del Consejo Político y para la entrada en funciones del futuro dirigente?
En las últimas semanas, la lista de aspirantes se ha duplicado. El ambiente se ha enrarecido y el fuego amigo está complicando el escenario.
El PRI de Tamaulipas está huérfano. No hay siquiera un delegado especial del CEN que sancione el proceso. Los aspirantes -algunos- recorren los municipios buscando el voto de los consejeros.
Observando la definición en Chihuahua podría ser que se repita la historia, que llegado el momento se confirme el «dedazo» justificado en una candidatura de unidad.
Será más complicado pero no imposible ante la gran cantidad de aspirantes que se han ido sumando.
La última pregunta es ¿A quién escuchará el CEN al tomar la decisión?
En la derrota, el PRI confirma que es el mismo. Genio y figura….