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Los Juegos del Poder


Maribel Villarreal

27/06/17

Domador o payaso

En Ciudad Madero, el escenario político se ha convertido en un circo de varias pistas.
Se trata de un espectáculo de limitada categoría en el que el alcalde ANDRÉS ZORRILLA actúa lo mismo como presentador, como aprendiz de domador y como payaso.
La misoginia del alcalde fue patente desde el inicio de la administración. La actitud hacia las alcaldesas de Tampico, MAGDALENA PERAZA y de Altamira, ALMA LAURA AMPARAN revelaron su escasa dimensión política.
En su delirio, Zorrilla trata a todos como enemigos. Manipuló el conflicto contra la titular del Centro Regional de Educación, LORENA PURATA utilizando perredistas por que los panistas no lo aceptan y no se suman a su juego sucio.
El objetivo de sus odios no era la funcionaria estatal sino el cónyuge de ésta, AGUSTÍN DE LA HUERTA director del CONALEP en Tamaulipas y eterno aspirante a la candidatura del PAN a la alcaldía de Madero.
Previamente se enfrentó al diputado local JOAQUÍN HERNÁNDEZ CORREA presidente de la Comisión de Auditoría Superior del Congreso del Estado en un pleito ordinario que aterrizó en las redes sociales.
La vulgaridad de los bots del gobierno maderense quedó como antecedente de la política repugnante alentada desde la alcaldía.
El legislador local es otro adversario natural por eso es destinatario del fuego amigo, ese que en política suele ser más despiadado cuando no hay escrúpulos.
El cabildo, mayoritariamente panista, está dividido. El conflicto legal del ex secretario del Ayuntamiento JUAN TORRES y su destitución generó opiniones encontradas.
Otra vez el objeto de la venganza personal del presidente hacia la dirigente del Partido Acción Nacional, MARÍA ESTHER LOZANO.
ANDRÉS ZORRILLA es contradictorio; se hermana con el lejano municipio de Nuevo Laredo y se aísla de Tampico y Altamira, que debieran ser los aliados naturales del sur.
Se arrodilla ante la administración estatal pero ataca desde la oscuridad a sus funcionarios.
Llegó postulado por el PAN pero no es panista. Arribó a la alcaldía impulsado por la efervescencia ciudadana de un cambio que a nueve meses no se percibe.
El alcalde se ha dedicado a atacar a todos los actores políticos. No tiene aliados. Lo mismo confronta a priístas que a los panistas que lo postularon y lo llevaron al cargo.
¿Qué hará llegado el no tan lejano momento de la reelección?
Madero está convertido en un circo de varias pistas. El alcalde se mueve en todas y aumenta la posibilidad de que en el último número caiga desde el trapecio y que no haya quien ponga la red.

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