Los Juegos del Poder

Maribel Villarreal

20/01/174

Sin estrategia

Fue el 16 de junio del 2015 cuando Donald Trump formalizó su participación como aspirante a la candidatura republicana a la Presidencia de los Estados Unidos.
En la conferencia de prensa celebrada en la Trump Tower en Nueva York, el magnate arremetió contra los inmigrantes mexicanos y lanzó el primer ataque al citar textual; “traen drogas, crimen, son violadores y supongo que algunos son buenas personas”.
Desde aquel momento reveló sus negras intenciones de construir un muro para contener a los indocumentados y días después agregaría que el muro sería pagado por México.
Han transcurrido desde entonces 18 meses y ni la visita del hoy presidente de los Estados Unidos a México y su reunión con el presidente Enrique Peña Nieto suavizó su postura.
Como presidente electo bastaron sus amenazas mediáticas para frenar inversiones a México. Las cosas serán peor a partir de hoy que asume el cargo.
El presidente Peña nombró a LUIS VIDEGARAY como secretario de Relaciones Exteriores en un intento que hoy se ve está resultando infructuoso. La misión de “acelerar el diálogo y sentar las bases para una relación constructiva y de trabajo”, -como lo pidió el presidente- se prevé imposible.
Más allá de lo que diga y pretenda hacer el mandatario estadounidense, México no tiene manera de enfrentar las deportaciones masivas. Los paisanos regresarían a un país igual o peor del que dejaron.
El empleo es insuficiente, los salarios más raquíticos y el costo de la vida más elevado.
El gobierno mexicano ha guardado silencio. No ha reaccionado ni ante los agravios ni las amenazas del excéntrico magnate.
Con la tempestad encima no hay un plan de atención ante las advertidas deportaciones. No hay una acción formal para atraer inversiones y empleos de otras partes del mundo porque además tendrían como legítimo freno la incesante violencia.
En los estados del norte hay una justificada preocupación, las repatriaciones traen graves consecuencias y los presupuestos no serán suficientes.
La declaración de la Conferencia Nacional de Gobernadores Fronterizos en Nuevo Laredo en donde se celebró la mesa de trabajo “Análisis de la situación migratoria actual en la frontera norte del país” incluyó la exigencia de acciones inmediatas de la Federación en coordinación con los Estados y los municipios.
Pidieron que los consulados mexicanos aumenten sus programas de apoyo a migrantes y fortalecer las organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la atención de los connacionales en ambos lados de la frontera.
Nunca como ahora resurge con gran tino aquella frase de Porfirio Díaz al considerar a México tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos.
La vecindad es peligrosa cuando el vecino es nuestro enemigo, cuando se acentúan las diferencias y se ignoran las coincidencias.
A Trump no le interesa la relación con México y con los mexicanos y México no tiene una estrategia para enfrentar las consecuencias del arrebatado presidente de los Estados Unidos.
Así las cosas.

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