Maribel Villarreal
30/10/2016
Pagando consecuencias
Tan mal está el panorama para el PRI que hasta MANUEL CAVAZOS LERMA augura que el costo político se va a pagar en el 2018.
Con motivo de su visita a Matamoros, el senador citó textual que el hecho de ser gobierno hará que el partido pague el escaso crecimiento derivado de la incertidumbre mundial.
Según su exposición aún hay tiempo; «estamos trabajando en las leyes
secundarias de las reformas para aterrizar a corto y mediano plazo
beneficios sociales que permitan enfrentar en mejores condiciones la
próxima elección federal».
El tiempo, sin embargo, parece insuficiente ante el optimismo del ex
gobernador.
El escaso crecimiento se traduce en desempleo, en raquíticos salarios, en oportunidades de educación y en deficiencias de atención a la salud.
Es cierto, México arribó muy tarde a algunas de las reformas
estructurales. La energética es el ejemplo más dramático. Llegó justo
cuando cayó el precio del petróleo.
El escenario mundial terminó de tajo con el esperanzador panorama que nos vendió el entonces secretario de Hacienda LUIS VIDEGARAY quien prometió un crecimiento anual del 5 por ciento a partir del 2015.
La educativa es otro aspecto del mal gobierno pero nada tiene que ver con la incertidumbre mundial.
El gobierno del presidente ENRIQUE PEÑA NIETO sucumbió ante la radical postura de la CNTE y sus secciones más recalcitrantes en estados como Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán.
Un puñado de líderes magisteriales pusieron de rodillas al gobierno
federal y exhibieron las limitaciones de los secretarios de Educación
AURELIO NUÑO y del súper secretario de Gobernación MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG.
Por semanas completas imperó el desorden, el vandalismo y el caos,
violentando el Estado de Derecho y dejando pérdidas millonarias a los
sectores productivos.
Los líderes responsables fueron detenidos pero inexplicablemente puestos en libertad casi con un «usted disculpe».
La sospecha de corrupción e impunidad también pega al PRI-Gobierno y
tampoco se deriva de las decisiones de la economía globalizada.
Y qué decir de la ineptitud en materia de seguridad y la procuración de
justicia. Es una asignatura pendiente que cada vez se enreda más.
La ventilada corrupción e impunidad oficial -a propósito- tiene en este
momento un caso emblemático en el veracruzano JAVIER DUARTE DE OCHOA.
El comportamiento del ex gobernador también pega directo al PRI-Gobierno y a sus instituciones.
Los excesos de Duarte trascendieron desde hace mucho tiempo. Salieron del estado y se regaron por la geografía nacional. Era un secreto a voces.
El propio MANUEL CAVAZOS LERMA debió estar enterado de los «pecados» de Duarte fue delegado general del CEN del PRI en Veracruz.
El PRI y los priístas no pueden decirse defraudados por el gobernador con licencia y no pueden culpar de todo a la incertidumbre mundial.
maribelvillarreal@hotmail.es