Maribel Villarreal
14/10/16
El olor de la basura
En los primeros 12 días de actividades, el Ayuntamiento de Matamoros recogió 4 mil 200 toneladas de basura.
La cantidad equivale al traslado de 21 ballenas azules o mil elefantes adultos, dijo JESÚS DE LA GARZA a manera de dimensionar el problema.
El rezago heredado es tan grande que tendrán que transcurrir sesenta días para que la nueva administración municipal pueda normalizar la recolección.
Los camiones se saturan al avanzar de siete a ocho cuadras y tienen que trasladarse al centro de transferencia y, ya vacíos, regresar a retomar la ruta.
La ineptitud del gobierno anterior se reflejó en la aparición indiscriminada de basureros clandestinos y en el cúmulo de desechos en la vía pública.
La basura se volvió el comentario cotidiano y la preocupación permanente de las amas de casa.
Es un tema de salud pública y de dignidad social, lo dijo el Alcalde al anunciar las primeras acciones; el retiro de basureros y la clausura del centro de transferencia de la colonia INFONAVIT Los Ángeles, un foco de latente contaminación para seis colonias.
El relleno sanitario, reconocido en otro tiempo como ejemplo nacional, está convertido en basurero a cielo abierto. Se incumplió la norma y se rompió el orden.
Mediante recursos federales por 3 millones de pesos gestionados ante la SEMARNAT el relleno abrirá una nueva celda que permitirá el depósito de desechos para los siguientes cuatro años, anunció el edil.
La emergencia de Matamoros se repite en Madero en donde el alcalde ANDRÉS ZORRILLA asumió acciones contundentes al rentar 10 camiones recolectores para atender la contingencia.
La medida, aprobada por el pleno del cabildo, fue el inicio de la solución del problema.
El arribo del alcalde al Ayuntamiento coincidió con el derrame de hidrocarburos de PEMEX que mezclados con basura y las inundaciones afectaron el patrimonio de al menos unas 150 familias de la colonia Hipódromo.
El ex alcalde, el priísta MARIO NERI ignoró el insistente llamado de los vecinos. Las nuevas autoridades concluyeron exceso de basura y falta de mantenimiento a la red de drenaje pluvial además de la apatía de la paraestatal.
Tanto en Matamoros como en Madero se recibió un departamento de Limpieza Pública colapsado, unidades saqueadas e insuficientes para atender un rubro prioritario.
En ambas ciudades trasciende la sospecha y la contratación de despachos externos para la revisión exhaustiva de las cuentas.
En Matamoros ya se convocó al ex tesorero y no se descarta el llamado a otros funcionarios que entregaron información insuficiente. En la petrolera ciudad del sur continúa la revisión y la advertencia de llegar a las demandas legales.
A 14 días del arranque de las nuevas administraciones municipales sigue la limpieza de la casa y poco a poco se extingue el olor de la basura.