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Los Hechos
La fiesta aguada
17/09/2018 – Rayos y centellas inundaron el firmamento… y las calles citadinas también, entre corrientes desbordadas, además de vehículos circulando a paso lento.
Al festejo del 79 aniversario de la fundación del Partido Acción Nacional, en Victoria capital, llegaron algunos diputados locales y los alcaldes electos que fueron postulados por sus siglas en la región.
En la mesa principal, con el mando partidista liderado por KIKO ELIZONDO, los de la plaza, encabezada por el independiente de hace dos años XICOTÉNCATL GONZÁLEZ URESTI y la diputada TERE AGUILAR.
En el mismo salón de reuniones contiguo a la oficina del dirigente, en otra mesa con los propios, la diputada NOHEMÍ ESTRELLA, alineada con sus vecinos de Hidalgo, Villagrán y Mainero, el primero de ellos, El Profe WENCHE ZÚÑIGA, desconocido o “renunciado” candidato del PRI en la anterior elección, ahora ya electo por el bando panista.
También frustrado candidato independiente y reivindicado por el PAN en la reciente elección, de Tula se vino el joven alcalde electo LENIN BLADIMIR CORONADO, con la vecina palmillense MARÍA ANSELMA DE LEÓN.
El torrencial aguacero que se dejó caer al tiempo del inicio de los festejos, habría impedido el arribo del senador ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA, quien estaba en el programa, pero tras un tiempo, sin que se quitara la lluvia, se avisó que en definitivo no llegaría.
Desde la víspera iniciaron festejos regionales, primero en El Mante, a donde llevó la representación estatal el secretario adjunto LUIS TOMÁS VANOYE, quien hace las veces de secretario general, mientras se reúne la Comisión Política Permanente, para avalar el regreso de ADRIANA ROCHA SOBREVILLA, la misma quien cubrió ese encargo entre ISMAEL y GERARDO PEÑA, también ya de regreso en la Secretaría de Bienestar Social del Estado.
El festejo mayor se reservará para el 22 de los corrientes, en Reynosa, cuna del grueso de “la nueva clase política” estatal.
Muchos de los recién electos con la bandera azul no son militantes del partido, no tanto porque no quieran (dos-tres por decisión propia quieren seguir considerándose “externos”), como por las formas rigurosas con las que el partido controla el acceso a sus filas.
El PAN de por sí siempre ha sido muy escrupuloso con quienes da la condición de militantes, pero en el 2 mil, tras el arribo al poder presidencial, infló sus padrones a nivel nacional con la misma intensidad con que luego “se desinfló” y volvieron los controles.
Cada Estado tiene cuotas fijadas a partir de su representatividad en el concierto nacional, también para mantener los equilibrios y evitar sobrerrepresentaciones a la hora de los acuerdos colegiados o democráticos.
Por eso, aunque en Tamaulipas hay alrededor de 7 mil 500 militantes, por ejemplo, este año solo podrá incorporar a 120 nuevos miembros que deben pasar por un proceso de capacitación y evaluación de sus conocimientos sobre el partido.
Son tres cursos de a cuarenta aspirantes a militantes los que se imparten en este ejercicio, lo que, si se repartiera equitativamente entre los 43 municipios en la entidad, al menos a tres de ellos no les alcanzaría cupo.
“Alguien tiene que llorar”, dice jocoso KIKO el dirigente, al repasó de esos condicionamientos que, atendiendo a un principio de orden general, privilegian la preparación de quienes son aceptados como miembros.