José Inés Figueroa
05/02/18
Mon Marón senador
En los extremos de las definiciones, las matemáticas son una ciencia exacta… la política no tanto, aunque abundan las “fórmulas” entre analistas, investigadores y mercadólogos, que se venden de a tanto el kilo, como “infalibles”.
Las explicaciones de por qué no funcionaron antes se dan gratuitas a los “clientes distinguidos”.
El PAN no se ha complicado las cosas en Tamaulipas; con los hilos del poder en un puño anda haciendo sumas y multiplicaciones, con poca resistencia.
En Tampico se jaló a EDUARDO HERNÁNDEZ CHAVARRÍA y ni tuvo qué darle la candidatura a la alcaldía por la que tenía meses trabajando.
El principal adversario de la actual alcaldesa dentro del PRI, MAGDALENA PERAZA GUERRA, ahora endosó sus capitales a JESÚS NADER NASRALLAH, quien ya se registró para la nominación albiazul en el puerto.
En Reynosa, el PAN también incorporó a su causa a quien fue su adversario priísta en el pasado proceso municipal, ERNESTO ROBINSON TERÁN, igual, sin darle la candidatura que andaba buscando, pero además, sin mandarlo a la elección federal, que el interfecto hizo circular.
El viernes pasado, el PAN nacional emitió el acuerdo por el que autorizó la participación de ciudadanos -no militantes- como candidatos externos en esta elección y de Tamaulipas solo salió uno: el titular del Instituto de la Juventud, EDMUNDO “Mon” MARÓN MANZUR va para el Senado por la vía de mayoría.
Convenientemente, a favor del PAN y en contra del PRI, el Partido Movimiento de Regeneración Nacional -MORENA-, en el caso de Reynosa, atrajo a su proceso interno otro de los cuadros preponderantes tricolores para la municipal: RIGOBERTO GARZA FAZ.
Igual como se dice de Nuevo Laredo, de donde, también sin haberse apersonado al registro, hay quienes dan por anotado al ex alcalde RAMÓN GARZA BARRIOS para la nominación municipal del “pejepartido” en el primer puerto fronterizo.
Pero tratándose de sumar-sumar, allá mismo en Reynosa el PAN no ha dicho la última palabra, al reflejo de la postergada licencia del diputado local JESÚS MARÍA “Chuma” IBARRA, su pretendido prospecto para la alcaldía.
La sólida aspiración de la alcaldesa MAKI ORTIZ DOMÍNGUEZ por reelegirse, podría animar las reconsideraciones de su partido, el PAN, para no caer en el contrasentido de su estrategia estatal sumatoria de temporada.
Restar en la cuna del grupo en el gobierno estatal actuante menguaría otros afanes.
Cada quien hace sus cuentas y actúa en consecuencia.
La salida de DANIEL SAMPAYO del PRI en Matamoros, igual obedece a su desesperación porque no se le hizo candidato a la alcaldía, aunque puestos en la balanza, no tenía mayor cosa qué hacer frente a la perfilada candidatura del alcalde CHUCHÍN DE LA GARZA DÍAZ DEL GUANTE para la reelección.
Hay quienes hacen cuentas de cuántos simpatizantes rodearon la aspiración de SAMPAYO el chico, para restarlos del cúmulo de votos por los que conquistó el cargo el munícipe en funciones.
Es como en el caso de Victoria capital, cuando se suman los votos que obtuvo el candidato independiente de hace dos años, XICOTÉNCATL GONZÁLEZ URESTI, con los que obtuvo el abanderado del PAN, entonces, para hacerlo triunfador de antemano, ahora que va como abanderado panista.
Se tendría que desconocer que los votos por XICO del 16, predominantemente fueron votos anti-sistema, anti-gobierno, anti-partidos políticos, que no representa más, amén del descomunal trabajo del alcalde en funciones, OSCAR ALMARAZ SMER, quien ha remontado la mala imagen que amplios sectores tenían del tricolor.