José Inés Figueroa
16/10/17
Un PRI descabezado
El sábado, en Río Bravo, el coordinador de los diputados federales priístas tamaulipecos, reunió a conspicuos personajes y una muy amplia representación popular.
EDGARDO MELHEM SALINAS tuvo en su informe anual de actividades legislativas, a casi todos sus compañeros paisanos de bancada, a otros igual venidos de lejos, incluido el mismísimo líder, CÉSAR CAMACHO QUIROZ, entre alcaldes y liderazgos sectoriales, de Cámaras y gremios.
Mientras el tricolor supera «la confusión» y encuentra un vocero desinhibido, alguien que supla la ausencia del Gobernador al que se acostumbraron responder las estructuras y sus variadas representaciones, en la comparecencia de EDGARDO en su tierra, se hicieron pronunciamientos «de avanzada».
Con un discurso pletórico de optimismo, CAMACHO recordó cómo, hoy todos los escaños de mayoría en la Cámara Baja, correspondientes a Tamaulipas, surgieron de su partido y adelantó, así como en el 2 mil 15, el PRI volverá a ganar aquí.
“Ningún triunfo ni ninguna derrota duran toda la vida. El PRI es competitivo y volverá a ganar en Tamaulipas», remarcó en una expresión que parecía compromiso, para asegurarse que lo que se tenga qué hacer, se haga, sorteando las simulaciones características de la última derrota.
EDGARDO no dejó espacio a la interpretación en la parte culminante del mensaje propio: en Tamaulipas el único cambio real se va dar cuando todos nosotros dejemos de esperar profetas en el viento y decidamos cambiar nosotros, haciendo valer nuestros derechos, cumpliendo nuestras obligaciones y desterrando la corrupción y la violencia.
Por el ex gobernador caído, uno y otro coincidieron en pronunciarse observantes y exigentes en la aplicación del Estado de Derecho y las garantías individuales, para que se castiguen los delitos, cuando se configuren en el marco de la ley, sin suplirla ni manipularla con aviesas intenciones.
Se referirían al reclamo hecho por los abogados defensores de EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES, en cuanto se le dictó el auto de formal prisión, en el sentido de que se fabricaron testigos, se falsificaron firmas, se inventaron declaraciones, se trastocó, pues, la administración de la justicia.
Hubo quienes concedieron razón a tales expresiones, a partir del «apuro» que le resultó al procurador IRVING BARRIOS MOJICA y al secretario de Seguridad del Estado LUIS FELIPE LÓPEZ CASTRO, por «deshacerse» del preso, la inhábil tarde del viernes.
Uno apuraba porque se enderezará «la extradición» fuera de procedimiento, aclamando una actuación de autoridades norteamericanas dentro de un proceso abierto… y el otro, caía en la cuenta de que las condiciones del penal estatal de Tamatán, no reúne la condiciones para tener a un interno «de ese perfil», pidiendo su traslado a un reclusorio federal.
El campo de las responsabilidades de uno, puestas en principio en el conocimiento y correcta aplicación del marco jurídico vigente, y del otro, en el resguardo de la integridad de las personas y sus bienes, quedándole a deber a Tamaulipas, a su gobernante y a su pueblo.
El Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA tomará, seguramente, decisiones rápidas y bien razonadas, para salvar la escena y que las limitaciones de unos, no impacten el perfil y los alcances de su gestión.
No será consuelo, pero la preeminencia de acciones erráticas de algunos servidores públicos, no es privativo de Tamaulipas.