José I. Figueroa
08/06/17
República de cocos
Se dice que el origen de la celebración del Día de la Libertad de Expresión en México, el 7 de junio, se remonta al tiempo en que los hombres del gobierno se pusieron de acuerdo con los empresarios de la prensa, para fijar el sistema de convenios publicitarios que garantizarán la viabilidad empresarial y político-gubernamental.
Figura en vías de extinción, la celebración oficial de la efeméride en la sede de los Poderes del Estado, se redujo al servido de unos tacos, gorditas y garnachas, en la sala de prensa de Palacio y un discurso de tres líneas, pronunciado por una funcionaria menor, en nombre de «los jefes», mandando sus saludos y afectos totales.
«Este gobierno es defensor de la Libertad de Expresión y da todas las facilidades para su ejercicio», dijo ahí, palabras más, palabras menos, MARTA RUBIO MONCADA, directora de Relaciones Públicas de la Coordinación de Comunicación Social, dependiente de la Secretaría de la Oficina del Ejecutivo.
En el Congreso Local a media sesión el diputado presidente CARLOS GARCÍA GONZÁLEZ también se apersonó en la sala de prensa para compartir un pastel con los reporteros de la fuente, por el mismo festejo.
En asuntos generales, durante la sesión de ayer, diputados de distintas bancadas también pasaron por el podio encomiando las bondades de la “Libertad de Expresión”, cuyos primeros ejecutores, los periodistas, por estos tiempos sufren del acoso, sin precedentes, de los poderes constituidos y de los fácticos por igual.
Como en la famosa cinta del cine nacional que dibujaba la “República de Cocos”, donde el Comandante Supremo juntaba al pueblo para convocar: el que no esté de acuerdo que levante la mano… para cortársela.
O como la frase célebre de político aquel a quien cuando le preguntaban por sus críticos respondía: ni los veo ni los oigo.
Para cuando “se partió el pastel” en el Congreso, por la plenaria ya había pasado la elección y toma de protesta de la prima-hermana de la primera dama del Estado, MARÍA DEL PILAR GÓMEZ LEAL, como coordinadora del Instituto de Investigaciones Parlamentarias, del propio Congreso, previo desconocimiento del requisito de contar con estudios de maestría, marcado para esta responsabilidad.
Se aprestaban los diputados en pleno, a entrar en la “discusión” de las primeras leyes que darás paso al Sistema Estatal Anticorrupción y a las reformas constitucionales y de la ley reglamentaria electoral del Estado, previa aprobación de sendas convocatorias para crear la Comisión de Selección del Comité de Participación Ciudadana y del Fiscal Especial para los Delitos de Corrupción, a los que ni un punto ni una coma le quitaron: se aprobaron sin debate, por unanimidad.
El inicio de la sesión se prolongó en poco más de una hora, mientras el coordinador de la fracción mayoritaria panista convencía a los diputados del PRI y del Partido Nueva Alianza, a conceder su voto, necesario para alcanzar las dos terceras partes que se requerían para la reforma constitucional electoral.
Tuvieron que conceder, en “dejar para mejor momento”, los temas de eliminar las candidaturas comunes y elevar de 1.5 al tres por ciento la votación mínima para acceder a las regidurías plurinominales, para lograr la reforma.
El voto del diputado Verde RIGOBERTO RODRÍGUEZ RANGEL ya “lo tienen en la bolsa” y a la del Movimiento Ciudadano GUADALUPE BIASI SERRANO se la dejarán “pasar por boba”.
La del Movimiento de Regeneración Nacional MARÍA DE LA LUZ DEL CASTILLO TORRES, aunque manifestó su desacuerdo con la reducción de 120 a 90, los días previos a la elección para que los servidores públicos se retiren para poder ser electos, ni la tomaron en cuenta.
La discusión en lo general y en lo particular de la reforma constitucional se votó en conjunto, sin considerar su moción y la acción la justificó ella misma, votando a favor sin reclamar la votación de ese artículo, en lo particular, aparte.