LOS HECHOS

José Inés Figueroa Vitela

22/07/2016

Vox populi, vox dei

¿Qué hacen las organizaciones de la sociedad civil?
Regularmente cubren lo que las instituciones dejan de hacer.
Y no es que los entes públicos no den cobertura a tareas ambientales, de asistencia social, apoyo a los sectores marginales, atención a renglones especialmente necesitados o grupos lastimados por el entorno.
Sí lo hacen, pero evidentemente no de manera suficiente, en cantidad y calidad.
No es lo mismo cumplir una responsabilidad, como funcionario o empleado público, devengando un salario, que hacerlo de manera altruista, por una vocación o sentimiento de solidaridad y preocupación social.
Siempre habrá quien critique, desacredite o cuestione la integración, espíritu o alcances de organizaciones de la sociedad civil y seguramente habrá quienes se replieguen a estas con intenciones aviesas, ocultas o terciadas.
Para fortuna son las menos y de natural vigencia efímera.
La supervivencia de este tipo de organizaciones radica precisamente en la honestidad, la transparencia y el esfuerzo que rinden frutos puntuales conquistando un círculo virtuoso que las potencializa.
De ello versó la conferencia magistral dictada ayer en Ciudad Victoria por el doctor ERNESTO GÓMEZ MAGAÑA, director ejecutivo de la Contraloría Ciudadana para la Rendición de Cuentas, Asociación Civil.
Lo hizo en el marco de la instalación de la agrupación Agentes de la Sociedad Civil en Red que de inicio se conforma con representaciones de más de cien asociaciones civiles del Estado, con quienes la organización nacional firmó un convenio de colaboración y seguimiento.
En la naciente ASCENRED, coinciden por igual agrupaciones religiosas que trabajan en generar nuevos proyectos de vida a madres solas, que movimientos de la comunidad lésbico, gay y transgénero ocupados en el reconocimiento de derechos civiles, promotoras de la paridad de género, reclamantes de la respuesta institucional en la búsqueda de desaparecidos o de atención de pacientes del VIH, ambientalistas, gestores, promotores, por citar algunos ejemplos del amplio y diverso espectro.
KARINA DE ALEJANDRO LEAL, su presidenta fundadora y JOSÉ DE JESÚS GUZMÁN, cabeza del Consejo Consultivo, tienen largos años de activismo igual promoviendo leyes, que participando en foros de expresión que enriquezcan la agenda pública y apoyando a otras agrupaciones en el logro de sus objetivos.
Para coronar este acariciado proyecto pasaron largos meses de convocatorias y diálogo con otros actores sociales de las diferentes regiones del Estado, encontrando las coincidencias para avanzar, con organización y profesionalismo en un frente amplio que beneficie las tareas particulares finalmente enfocadas en favorecer al colectivo tamaulipeco.
Quienes critican a KARINA por ser hija de CARLOS DE ALEJANDRO, viejo colaborador del gobernador electo panista FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, en otros escenarios igual la habría señalado de ser esposa de JOSÉ ISAURO FLORES RIVERA, titular de la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios del actual gobierno estatal priísta.
Quienes en lo particular le conocen saben que sus vocaciones y acciones como parte de la sociedad civil no han tenido antecedentes sexenales ni se enmarcan en coyunturas político-partidistas-electorales.
Más aún, quienes han visto la evolución y consolidación del proyecto de la ASCENRED, están ciertos de la pluralidad, la pulcritud y el compromiso de quienes la integran, desde su mesa directiva, hasta todos los integrantes en la diversidad y en la calidad de conciencias libres, críticas y responsables.

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