LOS HECHOS

José Inés Figueroa Vitela

21/07/2016

Humildad forzada

“La Hoguera de las Vanidades” podría denominarse cualquier tratado respecto de las escenas políticas domésticas contemporáneas.
De la elección local recién pasada abundaron quienes remitieron a la soberbia un buen tramo de los factores incidentes para que el Partido Revolucionario Institucional perdiera en el Estado la mayoría de votos, tras más de ochenta años de dominio.
Muchos de los actores políticos tacharon de soberbio al candidato BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, porque se encerró en una burbuja de la que solo salían órdenes, pero jamás se consumó la interlocución, dijeron.
Del equipo de éste también hubo acusaciones en el mismo sentido, de quienes decían ellos, pretendían condicionar el apoyo a compromisos insostenibles, como cheques en blanco a perpetuidad.
El gobernador electo FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA se ha cuidado hasta ahora de no hacer ofrecimientos a las legiones de quienes se sienten “les debe el triunfo” y ya andan repartiéndose el gabinete “porque se lo merecen”.
Como quiera muchos de éstos ya han adoptado posiciones de soberbia y a quien se van topando, les velan amenazas “para cuando estemos instalados en el gobierno les vamos a hacer saber su suerte”.
Los más ecuánimes reconocen que tal vez no les alcance mayor cosa en el reparto del poder gubernamental, “pero a ti tampoco”, restriegan con sorna a quienes no coincidieron con ellos en las posiciones partidistas o de candidato en la elección pasada.
Y hay hasta quienes consideran que “de lo que se trató -la elección- es que ahora sean otros los que roben”, dando por cierto estadios de corrupción prolongada.
Celebran éstos, más que a ellos les pueda ir bien, que a otros les vaya a ir mal, también.
De cara al relevo institucional de octubre, independientemente de la disposición que puedan traer los renovados liderazgos en el ejercicio del poder, la soberbia o la humildad, serán condiciones a trascender, por necesidad, a la intención personal.
FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA como cabeza política dominante va a tener que hacer concesiones, pactar, negociar, con las fuerzas políticas distintas para poder llevar adelante su gestión sin contratiempos.
Hoy andan litigando la cuarta diputación local plurinominal en la última instancia -el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación-, para poder asegurar la mayoría absoluta que les permita presidir la LXIII Legislatura durante todo su ejercicio.
Y no es que el PAN por sí solo no alcance esa condición mayoritaria como que al interior de sus filas, hay escaños de abiertos adversarios internos y alguno que otro presuntamente esbozado.
La Ley sobre la Organización y Funcionamiento Internos del Congreso considera:
Será presidente de la Junta durante la Legislatura, el coordinador del grupo parlamentario que, por sí mismo, cuente con la mayoría absoluta de los integrantes del Congreso.
En el caso de que ningún grupo parlamentario cuente con la mayoría absoluta de los miembros del Congreso, la responsabilidad de presidir la Junta durará un año legislativo y se desempeñará sucesivamente por los coordinadores de los grupos parlamentarios en orden decreciente del número de legisladores que los integren, siempre que dichos grupos cuenten con un mínimo de doce diputados.

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