José I. Figueroa
28/06/16
Calma chicha
BALTAZAR HINOJOSA OCHOA tomó la batuta del priísmo tamaulipeco… o se apresta a hacerlo.
Mañana RAFAEL GONZÁLEZ BENAVIDES y AÍDA ZULEMA FLORES PEÑA, presidente y secretaria general del Comité Directivo Estatal tricolor van a México a recibir instrucciones sobre su inminente relevo.
En los corrillos del PRI tamaulipeco ya se corren versiones de que el cambio en el mando partidista se hace inminente, perfilando la eventual llegada de EDGARDO MELHEM SALINAS y YAHLEEL ABDALÁ CARMONA, como relevistas.
“Acá no soplan los vientos del cambio, ni brisa que le incomode”, proclamó un propio.
A instancias de BALTA, RAFA ayer juntó al Comité Directivo Estatal y a los delegados que fungieron durante las pasadas campañas; él fue quien lo presentó y dio la bienvenida para un discurso de media hora.
El ex candidato le habló a la cuasi ex estructura del mando partidista desde las reformas estructurales, hasta de EL PEJE y las manifestaciones magisteriales en el sur, pasando por la dosis de mea culpa en el proceso reciente, aparejada del significado de más de medio millón de votos colectados en las urnas y la alusión a las “malas artes” enderezadas por los de enfrente.
“Sé que cuando hay una derrota, hay muchas opiniones, que se buscan culpables; ese no es mi pensamiento, no comparto con esas interpretaciones. Me siento muy orgulloso porque se pudo lograr hacer una campaña sólida, con propuestas, con una oferta política clara, con una gran convocatoria de los diferentes sectores, y que no hubo sector que no estuviera dentro de este gran proyecto de participación para que en su momento construyéramos una oferta política para los tamaulipecos”, dijo.
Les reconoció el trabajo desplegado a los asistentes en la atenuante de que sí fueron muchos los votos conseguidos, pero no los suficientes para ganar, afectados por factores externos que desde antes de iniciar ya conocía y logró remontar en 16 puntos cuando el 62 por ciento de los tamaulipecos rechazaban la idea de votar por el PRI.
En el epílogo la decisión personal -con todo lo que representa- de retomar el trabajo a favor del partido y de Tamaulipas en la confianza de que pronto han de recuperarse los espacios perdidos para regresar con todo a ejercer el poder estatal.
De los pendientes de campaña no dijo nada.
El diputado federal se reunió a media mañana con la estructura partidista, luego desayunó con el propio RAFA, AÍDA y otros cuadros de partido y campaña en el restaurante contiguo al salón de la reunión aquella.
Enseguida ahí mismo se dio otro encuentro, ahora con la mayoría de quienes formaron parte del comité de campaña, incluidos algunos que ya se “habían destapado” con la contra panista ganadora de la contienda, quienes apenas hace unos días ya desayunaban en céntrico restaurante victorense con el operador del gobernador electo CARLOS DE ALEJANDRO.
Sería por los esbozados de antaño que luego anduvieron hasta haciendo chunga pública de la derrota que antes de ingresar al recinto del encuentro, a 93 convidados se les recogió el teléfono celular y se negó el acceso a los periodistas en el entendido que hoy habrá reunión con ellos.
Con los mismos agradecimientos y reconocimientos de antes, en el segundo encuentro se repitió más o menos el contenido del discurso en la víspera.