LOS HECHOS

José Inés Figueroa Vitela

12/06/2016

La pelea continúa

Lo que puedan decir, que hizo o dijo, el ex candidato priísta a la gubernatura BALTAZAR HINOJOSA OCHOA luego de aceptar públicamente la derrota, carece de sustento.
El hombre y su familia tras cerrar ese capítulo, se tomaron unos días “lejos de todo” para tomarse un descanso, antes de volver a sus actividades ordinarias.
Antes de marcharse, BALTA dejó dos mensajes: que en breve retomará sus actividades en la Cámara Baja del Congreso de la Unión… y que regresará pronto.
Habrá a quienes les preocupe u ocupe esa eventualidad.
Aunque el año próximo no habrá elecciones propiamente dichas, si desde octubre arrancará el proceso electoral 2017-2018 en el que se elegirá Presidente de la República, Diputados Federales, Senadores y, de nuevo, alcaldes.
La mayoría de los actuales alcaldes -si no es que todos- durarán en el encargo, cuando mucho, menos de un año y medio, aunque fueron electos para dos años completos.
Si buscan reelegirse -lo que resultará lógico-, deberán retirarse del cargo al menos los cuatro meses previos al día de la elección que marca la ley, o antes, si como la mayoría de los partidos establecen, deberán presentarse al registro en el proceso interno, ya sin otra investidura de elección popular.
Eso es en el ámbito local, pero en el federal, en un año más ya andará el refuego muy en lo alto, entre quienes buscarán colarse a las nominaciones presidenciales, al Senado de la República y a la Cámara de Diputados.
Desde ya, dentro del PRI, BALTA es considerado precandidato natural a la siguiente sucesión estatal y camino de ello, por necesidad, se ubicará su eventual paso por el Senado de la República.
En los siguientes dos años ya no estarán la mayoría de los escollos, puestos o fortuitos, que hoy jugaron en contra de su proyecto político.
Si prevalece la inseguridad, la ausencia de oportunidades y otras “faltas” endosadas al gobierno doméstico, ya no será al emanado de su partido, como para afrontar los reclamos sociales, por ejemplo.
Aunque, sin ser una invocación, diremos, que así como regresó la “carnicería humana” a las calles casi de manera cotidiana con el inicio de las campañas, a partir del día de las votaciones, no se han dado mayores hechos de esa naturaleza en la región.
Total, el hecho es que no acabamos de salir de una disputa electoral cuando ya está la siguiente en ciernes, lo que evidentemente impactará en el PRI, como en el PAN y el resto de los partidos, por donde empezarán a dejar ver su rostro “terceros interesados”.
Así como ya hay quienes ven a BALTA camino de ese destino, sobran quienes quieren poner ahora, al Gobernador Electo, trepado a la cresta de la puja por la candidatura panista para la sucesión presidencial.
Antes de eso, deberemos ver de qué está hecho, en el arranque de su ejercicio como Gobernador de Tamaulipas.
Muchas expectativas se han creado respecto de ello en la danza de los nombres de quienes le acompañaron en el primer círculo de su proyecto sacando cuentas de quienes habrán de integrarse al gabinete a partir del día uno de octubre.
En entrevista radiofónica ayer insistió en que el suyo será un gobierno “de coalición” al que llegarán solo los personajes más preparados para coordinar las principales funciones ejecutivas.
En calidad de mientras, un grupo de mujeres que apoyaron la campaña al lado de su esposa, se reunieron en un domicilio particular de conocido fraccionamiento victorense, para dejar constancia de presencia y disposición “para lo que se venga”.
Las conciliaciones multicolores se imponen, dada la incorporación de personajes de variados orígenes político-partidistas en el proyecto, públicos y soterrados, pero más allá, en la necesidad de imprimir gobernabilidad y legitimidad al ejercicio.
Serán 16 alcaldes panistas -incluidos los de tres de las 5 principales concentraciones urbanas-, además de dos independientes y uno de Encuentro Social, contra los 24 propios, algunos de ellos además emanados de las filas del priísmo.
Y el Congreso Local, aunque contará con más diputados locales postulados por el PAN -también entre ellos varios de cuna tricolor-, no será precisamente una perita un dulce con un buen número de legisladores en la contra.

Share Button