LOS HECHOS

José Inés Figueroa

27/07/15

AL CABO QUE NI QUERÍA

Los tamaulipecos no tienen perdón; los demás, deberían voltear más seguido para estos rumbos.
El Presidente de la República ENRIQUE PEÑA NIETO en su calidad de primer priísta advirtió este fin de semana que “no son los tiempos de trabajar en proyectos personales” al señalar, más que como lamento, como sentencia que “hay quienes se han adelantado a la campaña electoral del 2018”.
Era la reunión Unidad para la Transformación en la sede nacional del Partido Revolucionario Institucional que en torno del Presidente y el dirigente nacional CÉSAR CAMACHO QUIROZ –en uno de sus últimos eventos como tal- congregaba a cuadros dirigentes, miembros distinguidos, ciudadanos electos y en funciones surgidos de sus filas.
El Gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ no estuvo en el encuentro aquel porque desde la víspera había partido a sus vacaciones por el cono sur pero ya antes se había reunido y platicado con el propio CAMACHO y con el Presidente PEÑA NIETO.
Pero además el líder del priísmo tamaulipeco ya lo había dicho cuando una semana después de la reciente elección federal a los propios reunidos en el Polyforum Rodolfo Torre Cantú les recordó que son tiempos de unidad y de trabajo.
La sentencia que en el Presidente redunda en sus colaboradores que ya andan soñando con relevarlo en el cargo se prolonga en Tamaulipas por quienes, “colgados” de esos proyectos futuristas se venían sintiendo ya como los salvadores de su pueblo en la patria chica.
Del llamado egidista los aspirantes que ya traían porra, matraca y valla para pasando la elección federal se contuvieron en general y algunos empezaban a volver a alborotarse, pretendiendo que el saludo, la foto o el guiño de sus “santos de cabecera” ahora sería el banderazo de salida.
La sentencia presidencial fue contundente, precisa: si allá en México desautorizó los afanes futuristas de sus colaboradores por supuesto que quienes se venían proclamando como su avanzada para llegar al gobierno tamaulipeco y desde aquí empujar el proyecto nacional se agotaron tal argumento.
Solo que por eso sea, BALTAZAR HINOJOSA OCHOA mandó en el acto a decir que el buscará la candidatura tricolor al gobierno tamaulipeco “por méritos propios”, no porque su amigo LUIS VIDEGARAY CASO, el “presidenciable” Secretario de Hacienda lo ande puchando.
“No soy el delfín de nadie; ningún político tamaulipeco puede presumir de tener el aval y apoyo directo de Peña Nieto. El presidente Peña no tiene consentido, ni tiene gallos. Será una decisión de nuestro partido», dijo.
Que bueno y que a tiempo la puntualización del matamorense diputado federal electo por la vía plurinominal y Secretario de Organización del partido a nivel nacional.
Ahora que, el hecho de decir será el partido quien decida la nominación al tiempo de proclamar sus aspiraciones presumiendo su cargo dirigente no significa él solo vaya a postularse; más bien parecería una negación de suyo tales expresiones.
Los aspirantes a la nominación priísta para la sucesión estatal ya están muy vistos, son muchos y de muy variados perfiles incluso con altibajos en sus personalidades –también a considerar- como para que el colectivo en un momento dado pueda opinar de ellos.
Quienes ya andan camino de ponerse en la palestra a la consideración del respetable son aquellos que eventualmente llegarán a las papeletas para las alcaldías y sobre ellos, sobresaldrán ellas en tiempos de paridad.
El los días recientes se ha mencionado mucho por los rumbos de Matamoros a la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo del Estado.
Acostumbrada al “tiempo completo” desde sus mocedades, MÓNICA GONZÁLEZ GARCÍA está cierta, en trabajar mucho y cumplir las responsabilidades confiadas, lo demás llega por añadidura.
En la pasada elección federal se le mencionó fuerte como carta del PRI para el reto; hoy que se acerca la elección local igual sobran quienes le ven cara de futura alcaldesa.
En sus 18, estudiando contaduría en el Centro Universitario del Noreste de su natal Matamoros, incursionó en el sector productivo.

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