Jorge Chávez
09/11/17
La cultura. Matamoros en Roma, Italia
La cultura es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad. Diógenes Laercio.
Los matamorenses tenemos mucho de que estar orgullosos. Aún y que existen inercias y certezas ajenas que intentan hacernos pensar que esta tierra sólo da para quejarse, amén de que criticar lo que sea y a quien sea siempre brinda raiting aún y cuando muchas veces, aparentemente sin darnos cuenta, padecemos de lo mucho que criticamos. Me incluyo en esta última afirmación.
En días pasados llegó a mi poder vía WhatsApp una información que me dejó grato sabor de boca. Era una especie de folleto virtual de la “Accademia Vivarium Novum” avalado por el “Instituto Humanitas & Feritas” ubicado en Roma, Italia donde se alcanzaba a leer en latín la siguiente frase: “Animi cultus quasi quidam humanitatis cibus”, que palabras más, palabras menos significa, “sensibilidades culturales como ciertos alimentos naturales”. Dicho documento es el programa del año académico 2017-2018 de este instituto educativo de muy alta cultura, las clases se imparten sólo en dos idiomas, griego y latín. Con este último dato, querido lector, tendrá usted una idea nítida y precisa del nivel académico que se requiere para ingresar y del nivel de enseñanza que ahí se imparte.
La mencionada Academia por medio de la educación instiga a los jóvenes a liberarse de la mentalidad actual del consumismo individualista y pretende debilitar esa sed desmedida de honores y ganancia para despertar su conciencia y encaminarlos a la mejora de ellos mismos a través de la comparación con lo hermoso y noble que el espíritu humano ha producido y descubierto en los siglos.
Los jóvenes que ingresan a esta universidad experimentan un acercamiento al latín, al griego y al inmenso patrimonio cultural que estos idiomas transmiten; de esta experiencia nació en 1991 un congreso internacional celebrado en Procida; y lo más interesante de este punto, apreciado lector, es que la evolución natural de este congreso se convirtió en un grito de alarma de trescientos eruditos de todo el mundo en la conferencia «Docere» en 1998, donde denunció el peligro que corrían los clásicos en las escuelas de toda Europa y demostró cuán efectivas podrían ser las nuevas formas de enseñanza. La conferencia, organizada con la colaboración activa y decisiva del Instituto Italiano de Estudios Filosóficos en Nápoles, tuvo una notable resonancia en todos los medios, y permitió gracias a la presencia de profesores universitarios e institutos de investigación de todos los continentes, para lanzar la idea de un gran Centro Internacional de Estudios Humanísticos ubicado en Italia, que desde los lejanos en la historia Pitágoras y Parménides hasta Vico y Gravina siempre fue la escuela del paganismo y la humanidad. Al escribir esta columna, estoy sumamente emocionado pues más de cincuenta universidades de todo el mundo respondieron a este llamado; y después de dos años de preparativos, la Fundación Mnemosyne fundada en el año 2000, pudo crear el Centro Internacional de Estudios Clásicos y una Escuela Superior de Educación Humanística.
Los estudiantes aprobados para esta universidad provienen de diversos países, tales como Albania, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Canadá, China, Corea, Croacia, Estonia, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, México, República Checa, Estados Unidos, Hungría; este centro educativo colabora fervientemente nada más, ni nada menos que con el Instituto Italiano de Estudios Filosóficos.
Cabe señalar estimado lector que desde su fundación en 1991, la Academia Vivarium Novum ha estado proponiendo ayudar a jóvenes talentos de todo el mundo, prestando especial atención a aquellos que se encuentran en desventaja económica, brindándoles una educación cultural sólida. Esto permite corroborar en ellos los valores de la humanidad y la dignidad humana.
Entiendo mi querido y dilecto lector que a estas alturas de la columna Usted con justa razón y hasta con cierta ansiedad se estará preguntando qué tiene que ver nuestra Heroica Matamoros con toda esta espiral o maraña de cultura itálica muy selecta ubicada en Roma, la hermosa ciudad que, según cuenta la mitología, fue fundada por Rómulo y Remo.
Pues déjeme le cuento o más bien debo decir, déjeme le presumo que en toda esta parafernalia se encuentra participando un joven matamorense que domina las lenguas doctas como lo son el griego y el latín. Y la mencionada participación no es como alumno, sino como maestro. Su nombre es Iván Parga y participa con un tema denominado “La batalla interior con Petrarca y Erasmum” que, en un contexto de filosofía muy profunda afirma que dos cosas contrarias no pueden coexistir dentro de un mismo sujeto. A este respecto, el matamorense Iván Parga establece en su plática que algo no puede ser claro y oscuro al mismo tiempo.
Podemos disertar entre los temas que imparte el joven matamorense o simplemente enaltecer, para orgullo de nosotros que un matamorense está participando en las grandes ligas de la cultura en Europa, su nombre Iván Parga Ornelas.
El tiempo hablará