Jorge Chávez
7/09/17
La rebelión de los azulejos
El mundo era de los poetas. Sus novedades eran más importantes para mi generación que las noticias políticas cada vez más deprimentes. Gabriel García Márquez.
Después de las elecciones del 2016, la vida se le había convertido al PAN en un plácido domingo el año entero. Jamás hubiéramos pensado que se presentaría esta fragorosa y grosera diferencia entre los miembros más conspicuos a nivel nacional.
Ricardo Anaya Cortés (RAC), con todo y su locuacidad y elocuencia es el punto de partida de esta trifulca partidista que deja muy mal parado en este momento, en imagen, al otrora partido de la gente decente y que pone a su presidente del partido en una situación de dilapidación irresponsable del capital político conseguido en las elecciones del 2016 en las cuales lograron siete de doce gubernaturas competidas, algunas de ellas, paradójicamente logradas con ex priístas resentidos de su partido.
Los miembros de la corte política de RAC, Marko Cortés Mendoza y José Luis Preciado, por mencionar solo dos, se han empeñado en un programa intenso para retroceder cien años por anteponer sus anhelos de poder antes que procurar el consenso con personajes de igual peso político que él; hasta el momento no ha habido acuerdo con sus oponentes internos como Margarita Zavala (MZ) y Rafael Moreno Valle (RMV), sino ridículas reminiscencias de diálogos que más se interpretan como treguas efímeras que cada vez agravan más la situación de este instituto político.
Alguna vez el fascinante escritor y novelista francés Honorato de Balzac, estudioso de la naturaleza humana dijo en su magistral obra “La comedia humana”, que: Lo que hace indisoluble las alianzas políticas y dobla su encanto, es un sentimiento que, nos guste o no, le falta al amor, la certeza. Y es justamente la falta de certeza la moneda de juego político que hace crecer la imagen de quien es conocido como “El joven maravilla” en pro de su deseo de la candidatura panista para la presidencia en el 2018 con una no pequeña agravante, sus oponentes políticos internos lo acusan de poco ético y ventajoso al ocupar la presidencia del partido como plataforma de campaña; dicen quienes tienen el mismo deseo de llegar que no hay piso parejo.
Cabe señalar que en este tenor de anhelo y búsqueda del poder no hay en este mundo dos personajes más parecidos dentro del PAN como RAC y MZ y, en un crudo diagnóstico de la antropología política, eso es lo peor para conversar. Es una dupla de espejos. Hoy, miembros o no de este partido estamos anonadados con el retrato adverso de los líderes panistas, del que nos forjaron con la mercadotecnia política en aquellos años, antes de saborear las mieles del poder. Manuel Gómez Morín, fundador del PAN, en algún momento de la vida subalterno de Plutarco Elías Calles, fundador del PRI, ha de estar estremeciéndose en su tumba, ya no se digamos Carlos Castillo Peraza o Manuel Clouthier.
La rebelión de los azulejos será recordada con el devenir del tiempo, el punto histórico en que a los máximos líderes nacionales del blanquiazul les ganó su afán de poder, que en el momento más inoportuno se convirtió en ráfagas de ansiedad por parte de los involucrados que, de no ponerse de acuerdo, bien podrían inspirar el siguiente epílogo o, aún más grave, epitafio político: La tenían, era suya y la dejaron ir.
En la actuación teatral de esta rebelión surgen aristas que solo confunden a los miopes inteligentes. En el primer acto está el drama de las acusaciones de enriquecimiento ilícito hechas en contra de RAC. En el segundo acto el presidente del PAN dice que todo es una mala jugada orquestada en contra de un diputado queretano que en el 2016 firmó el documento legislativo que avala el pase automático de procurador a Fiscal de la Federación. Oh sorpresa, ese diputado es él mismo!!! Pero en aquella ocasión no se vislumbraba la posibilidad de la candidatura presidencial que ahora tiene; entonces en el actual contexto hacer zafarrancho rinde magníficos dividendos, por un lado la estela de humo para diluir la acusación en su contra y por otro reposicionarse, más que como el candidato ideal por encima de MZ y RMV, como el salvador de la patria.
En el tercer acto se complican las cosas para el PAN en esta rebelión de los azulejos ya que con una puntualidad irritante para RAC, un conciliábulo de senadores de su propio partido pero incondicionales de MZ le arrebatan la presidencia del Senado y le hacen perder el control autocrático que tenía de la escena. Si fueran astronautas, estaríamos escuchando el icónico SOS: Houston tenemos problemas.
Muy dilecto amigo lector, lamento decirle que el trasfondo de este asunto del “fiscal carnal”, tiene elementos para suponer que no es el romanticismo de un hombre que ame la justicia, sino la cruda mezquindad de un político que ayer avaló lo que hoy rechaza, por así convenir a sus intereses.
El tiempo hablará.