19/10/15.- Aunque no lo parezca, los hábitos alimenticios pueden revelar facetas de personalidad en las personas y tendencias de conducta. Y tiene sentido, después de todo la forma en la que comes, es la forma en que disfrutas de la vida.
Comes lento
Toda la familia ha terminado y tú sigues apenas en el segundo tiempo. Si es así, te gusta tener el control y sabes cómo apreciar la vida. Tal vez te sientas presionada por satisfacer a los demás, aunque sufras constantemente de flojera. Además, comer lento ha sido asociado con falta de energía y mayor saciedad.
Comes rápido
Te encanta comer, así que lo haces rápido, prácticamente limpias el plato con tu lengua y siempre eres el primero en terminar. Fuera de la mesa, eres concentrado, estás abierto a nuevas experiencias y eres bastante impaciente. Y no hay nada malo en comer de manera rápida, pero sería bueno prestar atención a la rapidez, ya que comer demasiado rápido podría traerte graves problemas de peso y salud.
Te gusta experimentar
Si siempre estás buscando una aventura gastronómica, seguro también las buscas en tu vida. Te gustan los riesgos, podríamos decir que eres positivo, pero deberías tener cuidado en no presionar a los demás a ser igual de aventurero como tú; recuerda, no todos son exploradores (ni quieren llegar a serlo).
Eres exigente
Seguramente te quedaste con los mismos gustos que de chiquito. No te da pena pedirle al camarero una hamburguesa sin cebolla, con queso fresco, etc. Lo entendemos, eres exigente, pero podrías llegar a ser neurótico si sigues prestándole tanta atención a los detalles. No estás abierto a probar cosas nuevas, eres ansioso, perfeccionista y la verdad es que te encanta la rutina.
El Universal / El Bravo