Lo que no debe pasar de moda en una cita
24/10/15.- Tanto ellos como ellas pueden ser atentos y demostrar interés. Abrir la puerta del coche, que ella camine tomada de tu brazo, sostener su bolso, así como ayudarlo a ponerse su chamarra, poner para la propina de la cena y agradecer por los detalles, son gestos que a cualquiera agradan y enamoran.
1. Ir hasta la puerta para pasar por alguien
Esta acción ha sido remplazada por el poco romántico mensaje de “Ya estoy afuera”, o su equivalente llamada. Por supuesto que si conoces a alguien “en línea” probablemente será la excepción a esta regla. De igual manera, acompañar a la dama en cuestión hasta la puerta de su casa (o auto), al finalizar la cita, es igualmente valorado.
2. Vestirse bien para ir a una cita
“Bien” significa muchas cosas para diferentes personas. Así que sólo haremos énfasis en poner un esfuerzo extra en arreglarte para salir con alguien.
3. Llevar flores o un detalle para la primera cita
Muchas afortunadas mujeres (y algunos hombres) reciben pequeños obsequios durante la primera cita, como chocolates o flores.
4. Preguntar directamente si quiere salir contigo
Términos como “pasar el rato”, “vamos a conocernos” o “platicar” suelen ser muy usados para no decir que estás saliendo con una persona. Sin embargo, esto termina siendo confuso para las partes involucradas. No hay necesidad de decir que ya son novios, pero sí es importante que sean claros con sus intenciones.
5. Ser claro cuando quieres “ir en serio”
Ese momento incómodo en el que alguien dice “Entonces, ¿qué somos?”. Clásico. Es por eso que en algún momento se debe dejar claro si “va en serio” o no. Recuerda que es mejor preguntar que asumir.
6. Romanticismo
Llevar serenata, dedicar canciones, escribir cartas. Detalles que te hagan ganar puntos con el sexo opuesto. Una carta hecha a mano en su buzón, solo para sorprender a esa persona te hará acreedor a otra futura sorpresa.
7. Apagar tu celular
No hay cosa más molesta que una persona atendiendo constantemente su celular en medio de una cena.
8. La caballerosidad de ambas partes