Agencias 29/04/15.- En los mensajes que recibía la niña de 12 años de McKinney le decían que era fea, que se pudriera en el infierno y que mejor se matara. El coraje que sintió Jennifer Smith por las injurias que atormentaban a su hija se tornó en incredulidad cuando los ataques llegaron hasta su propia cuenta en Instagram.
Testimonio
Smith dice que la policía no sabe quién es el autor de tales mensajes, como tampoco la escuela del distrito escolar de Frisco, que le llamó para alertarla de los primeros mensajes. “Ellos francamente me dijeron que ya que no estaba ocurriendo – hasta donde saben – dentro de la escuela o en horario escolar, no podían hacer nada”, dijo Smith. Hace cuatro años los legisladores de Texas aprobaron una ley para erradicar el acoso y el ciber acoso en las escuelas. Pero los docentes y expertos en esa ley dicen que las escuelas se hallan en una situación difícil al tratar de vigilar que no se produzcan actos de crueldad entre los estudiantes en línea o extramuros. “¿Qué tan lejos llega el brazo del distrito escolar? Depende de la situación”, dijo Cristina Ruiz Blanton, abogada de la Asociación de Mesas Directivas Escolares de Texas. “Se tiene que ver caso por caso”. El reciente suicidio de Raymond Howell, un adolescente de McKinney, hizo a la gente interrogarse cómo lidian las escuelas con los actos de intimidación. Su familia dice que otros estudiantes le dieron una golpiza y se burlaban de él en los medios sociales. Howell estaba en primer año de preparatoria. Su muerte conmocionó a muchos padres de familia quienes llevaron a cabo protestas y formaron grupos en Facebook para expresar su consternación.