20/08/2017 Ciudad de México.- Encuentro de puro vértigo. Pumas salió a plantarle cara la derrota ante Tigres, a jugarle un partido valiente, lanzándose al frente, conscientes de que en cualquier desdoble, el rival podría hacerles daño. Y así fue y muy rápido. Al 15′, Luis Chaka Rodríguez abrió para un costado con Ismael Sosa, que con dos toques se deshizo de la pelota para ponerla justo en la frente de Eduardo Vargas, que venció a Luis Quintana en la marca y abrió el marcador sin concesiones. Se aparecían antiguos fantasmas en el terreno de juego.
Tigres ha sido un cuadro competitivo, que a nivel nacional se ha cansado de consumar éxitos y títulos en los años recientes, pero también, es el equipo que mayor cantidad de derrotas y goles le ha encajado a los de CU. Tan solo en los más cercanos 10 compromisos, los regiomontanos le han marcado 28 anotaciones a los auriazules. Es una supremacía que también se ha reducido en doloras derrotas y eliminaciones tanto en la Final del Apertura 2015, como en las Liguilla del AP16 y hasta en la fase determinante de la Concachampions 2016-17.
Al 39′, en una marcación dudosa del árbitro Fernando Guerrero, que señalaba que José Antonio García había cortado el balón con el brazo izquierdo. Segundos más tarde, era Alfredo Saldívar quien detenía un mal cobro de André-Pierre Gignac. Pumas vivía, respiraba con dificultades en un partido que se había tornado espeso, en el que los de casa habían cedido la tenencia de la pelota, pero también, en el que la visita no sabía cómo potencializar los espacios que la zaga enemiga dejaba, cómo erradicar sus falencias en ataque y con ello, asumir los riesgos iniciales.
El comienzo del complemento fue aún más pausado, más precavido para ambos estrategas en cuanto a presencia en el área enemiga… Conforme avanzó el cronómetro, Tigres fue recuperando el semblante ofensivo, regresando a esa verticalidad que ha consagrado su ofensiva. Ante esto, Palencia recambió su esquema, metiendo a Joffre Guerrón, que se reencontró con su ex escuadra y también a Néstor Calderón, en lugar del juvenil Bryan Figuroa, esperando explotar las bandas con velocidad.
Desde el medio campo intentaba Universidad Nacional trataba de resarcir los yerros que se había cometido; sin embargo, al 79′, en táctica fija, una pelota parada de mero trámite, la pelota llegó cómoda a los botines de André-Pierre Gignac, que no dudó en disparar como venía y con ello logró el segundo tanto de la noche. Pumas se desfondó anímicamente y volvió a demostrar falencias que parecían olvidadas en un comienzo inestable para Palencia y los suyos; en los instantes finales, Alfredo Saldívar se convirtió en figura, al salvar más de una ocasión en contra.
Agencias.