Inmigración cambia de rostro; bajan hispanos

13/10/2016 – Cuando Manasi Gopala llegó a Estados Unidos finalmente tuvo la oportunidad de practicar regata. Mientras era niña en la India soñaba con el deporte olímpico que veía por televisión. Ahora dos veces por semana jala un par de remos para impulsar su embarcación por el lago Wheeler, muy lejos de su natal Bangalore.

Migrantes de Asia
Gopala es una de los muchos indios educados que han llegado en años recientes al Triángulo de la Investigación, una zona de North Carolina que es sede de numerosas empresas tecnológicas, y a otras áreas de Estados Unidos. La desarrolladora de software de 39 años adquirió la ciudadanía estadounidense hace tres. “Estados Unidos me había dado la oportunidad que hacer mi propia vida”, dice ella. Cada vez más, el rostro de la inmigración en Estados Unidos se parece a Gopala.

El muro inservible
Mientras Donald Trump habla de construir un muro fronterizo y deportar a 11 millones de inmigrantes no autorizados que son hispanos en su mayoría, y en momentos en que persiste el debate sobre la inmigración no autorizada, en la actualidad hay más probabilidades de que los inmigrantes que llegan a Estados Unidos provengan de Asia que de México o de Latinoamérica. Y comparados con los estadounidenses en general, los inmigrantes actuales son bien educados y emprendedores en una forma desproporcionada con el resto de la población. Están transformando al país en maneras enormemente ignoradas por el forcejeo político en torno a cómo la inmigración está afectando la cultura, la economía y la seguridad nacional estadounidenses.

Nuevos rostros
Hasta hace tres años, de acuerdo con datos del censo, la India y China eclipsaron a México como la principal fuente de inmigrantes que llegan a Estados Unidos, autorizados o no. En 2013 llegaron legalmente al país 147,000 chinos y 129,000 indios, ya fuese por trabajo, como estudiantes o con visas de familia. Ahora hay también más probabilidades de que sean ciudadanos estadounidenses. Casi la mitad de los inmigrantes mayores de 25 años -18 millones de personas- se naturalizaron, en comparación con solo 30% en el año 2000, de acuerdo con cifras del censo. Simultáneamente, más mexicanos sin documentos migratorios están regresando a casa. El número de mexicanos que viven sin permiso en Estados Unidos bajó casi 8% en los últimos seis años a 5.85 millones, según el Centro Pew de Investigaciones. Las detenciones efectuadas por la Patrulla Fronteriza, una medición de los cruces no autorizados, alcanzaron su nivel más bajo el año pasado desde 1971. Con la cantidad de estadounidenses nacidos en el extranjero en su mayor nivel en un siglo, la inmigración desafía cada vez más los estereotipos que tienden a dar forma a las conversaciones sobre el tema. A considerar: un 40% de los inmigrantes indios tienen un título universitario, comparado con menos del 12% de los estadounidenses nativos. Y el sueldo promedio de un inmigrante indio supera los $100,000 anuales, el doble que la media en Estados Unidos. El resultado de este flujo reciente es que los más de 40 millones de inmigrantes de Estados Unidos reflejan cada vez más los extremos del espectro económico del país, desde los titanes tecnológicos súper ricos a los pobres empleados agrícolas.

Agencias

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