Infieles virtuales

25/02/15.- Los engaños en la pareja no son algo nuevo, en todas las épocas han ocurrido, aunque en la actualidad la variante puede ser el medio por el cual se realiza: las redes sociales. El psicólogo Sergio Lizardi explica que 30% de las parejas que viven rupturas amorosas, son a causa de los engaños en estos medios de comunicación, y esto se explica porque en contextos urbanos 85% de las personas tienen acceso a un equipo tecnológico con Internet.

¿La culpa es de la modernidad?
Uno de los riesgos de la comunicación en redes sociales es que al no tener enfrente al receptor de la información, sino que todo es a través de conversaciones por medio de mensajes, la persona toma cierto valor para decir o proponer cosas que no se harían de frente con la misma facilidad, es por ello que varias parejas incluso se revisan el celular en cualquier descuido para estar seguros que todo va bien, aunque en ocasiones no es así y se llevan una sorpresa nada grata. “En esos momentos la reacción más común es el enojo y comenzar a enlazar eventos, como por ejemplo el día que la pareja mencionó que tenía que ir a algún lugar y no se vieron ni supieron nada uno del otro en todo el día. La mente liga todas estas situaciones y genera historias que aunque pueden estar lejos de la realidad, se toman como verdades, independientemente de que exista el engaño”, comenta Lizardi.

Duele más y causa más problemas
Y a gran escala, el problema radica en que a pesar de que todo queda en escritos, la mente de la supuesta víctima de infidelidad se involucra aún más, y genera mayor dolor a que si se hubiera encontrado a la pareja infraganti, pues en este caso bastaría con poner tierra de por medio entre la pareja, pero cuando se trata de un engaño cibernético no hay un límite real, porque se reviven las conversaciones una y otra vez, por ello se hiere con mayor profundidad pues el recuerdo de la conversación o fotos que se vieron, tiende a quedar fresco por mucho tiempo.

Y si me pasa ¿qué hago?
Cuando se experimenta esta situación, lo primero que se tiene que hacer es dimensionar las consecuencias, porque haber lastimado la autoestima y los sentimientos del otro, puede traer varias, como es terminar definitivamente la relación pero también conservarla por miedo a la soledad, minimizar el suceso, aunque en realidad, ambos se prepararían para conflictos más intensos como son la venganza, los celos enfermizos, violencia física, verbal o pasiva.

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