5/12/2015 – Con un padrón muy cercano a los 80 mil contribuyentes dados de alta en el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) en el sector de Matamoros, el Servicio de Administración Tributaria no está vigilando si con su incorporación masiva está validando actividades ilícitas como la piratería, la venta de mercancías de dudosa procedencia, o la mercancía que ingresa de contrabando al país.
Adriana Lozano Rodríguez, administradora de Atención al Contribuyente del SAT, confirmó que la función de esa autoridad no es la de vigilar de quien se trata, sino de dar de alta a los comerciantes que entren en el rango de los pequeños contribuyentes y que pudieran estar vendiendo su mercancía en los tianguis.
Se le preguntó si una persona que vende mercancía “pirata”, por ejemplo discos de películas grabadas, se puede dar de alta en el RIF y respondió:
“El contribuyente acude y a lo mejor no nos dice con toda la confianza que es lo que vende y a nosotros nos puede decir que su actividad es con venta de artículos varios y entonces nosotros así lo damos de alta, y va a contar con todas y cada uno de los beneficios que el RIF ofrece”.
Expuso que el área de servicios al contribuyente no fiscaliza ni verifica a los contribuyentes, y para tales efectos, existe el área de Auditoría, o incluso el área de Aduana que está facultada para hacer la verificación y en su caso el decomiso de mercancías ilegales.
Lagunas legales o “pases” discrecionales
Por su parte Isidro Vargas, vicepresidente del Colegio de Contadores Públicos, consideró que en este sentido existe una laguna legal dentro de la cual las autoridades de la Aduana permiten la importación de mercancías de manera discrecional bajo el esquema de “artículos varios”.
“Ellos pagan el 16 por ciento de impuestos para ingresar, tratándose de ropa usada, juguetes y otras mercancías que debieron de haber pagado más impuestos a su ingreso, o que de plano no debieron permitirse como el caso de la ropa usada que se puede observar por toneladas en los tianguis locales”, destacó.
“Contrabando hormiga”
También explicó que existe algo llamado “contrabando hormiga” que consiste en que uno de esos comerciantes de ropa usada y juguetes pasa diversas ocasiones a Estados Unidos y pasa la cantidad de compras que le permite la franquicia y al final de la semana, ya tiene todo un inventario de mercancía ilegal que venderá en el tianguis y que se habrá validado su actividad porque va a pagar impuestos por su actividad y el SAT no le va a preguntar sobre el origen de su mercancía.
Enrique Chávez