18/06/2016 – Un desnaturalizado sujeto que habita en el fraccionamiento Valle Real tendrá que comparecer ante las autoridades luego de que su padre, cansado de las constantes agresiones que su hijo comete en su contra, esta vez decidió presentar cargos en la agencia del Ministerio Público de Procedimiento Penal Acusatorio, en donde se le citará para que responda por los delitos cometidos y se le responsabilizó de lo malo que le pudiera ocurrir a su progenitor, al que ha amenazado de muerte en varias ocasiones.
Héctor Villafranca Ayala, quien tiene ya 34 años de edad, es el nombre del malagradecido sujeto que se encuentra en líos con las autoridades pues fue acusado de agredir a golpes a su padre en diferentes ocasiones, causando daños a un teléfono celular y amenazándolo de muerte a su padre Héctor Villafranca Hernández, que a pesar de su mal comportamiento le daba un sueldo por semana para que le ayudara en un negocio de abarrotes.
Agresiones
El padre, luego de las constantes agresiones, le pidió que ya no fuera al negocio de abarrotes, pero el tipo se niega a dejar el puesto.
Fue el pasado 11 de abril que Héctor Villafranca Ayala, quien puede ser ubicado en la calle Valle Dorado número 27 del fraccionamiento Valle Real, agredió a golpes a su padre por enésima ocasión y esta vez le causó daños a un celular, al que le quebró la pantalla y tras la agresión le preguntaba que si se quería morir.
Por temor a que su hijo le pudiera ocasionar un daño mayor decidió presentar la denuncia ante las autoridades ministeriales, en donde lo responsabilizó de lo malo que le pudiera pasar, pues su hijo sigue acudiendo a su negocio de abarrotes ubicado en el fraccionamiento Valle Real.
Héctor Villafranca Ayala, a pesar de contar ya con 34 años de edad, sigue dependiendo económicamente del negocio de su padre, y lejos de mostrarse agradecido, lo amenaza de muerte y lo agrede física y verbalmente, por lo que tendrá que responder ante las autoridades por los delitos en los que incurrió, pues los cargos que enfrenta lo podrían llevar a la prisión.
Jesús Torres