Hayan muerto al «Churros» en el barrio de «La Capilla»
14/01/2016 – Un indigente adicto al consumo del mortal guachicol falleció en horas de la madrugada en el interior de una vivienda abandonada que se localiza en la calle 10 entre Terán y Zaragoza del barrio de «La Capilla», lo que provocó la movilización de las autoridades y los cuerpos de auxilio, los que al llegar confirmaron que en el lugar estaba una persona sin vida.
El ahora occiso solo era conocido con los apodos de «El Tío» o «El Churros» y se dijo que era un indigente que tenía años de habitar en una construcción abandonada ubicada en las calles arriba señaladas y que es utilizada como refugio de varios indigentes guachicoleros.
El cuerpo de «El Tío» o «El Churros» estaba tirado a un lado del colchón en el que dormía, y fue su compañero de vivienda, Mario Navarro Montoya (a) «El Mante», quien lo encontró sin vida, por lo que fue hasta el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social para reportar a los doctores de ese lugar la muerte de su compañero, pero un médico le dijo que tenía que acudir hasta el Hospital General «Dr. Alfredo Pumarejo» para reportar su muerte.
El favor
Sin embargo una mujer que se encontraba en el lugar le hizo el favor de reportar vía telefónica la muerte de su amigo al 066, por lo que al lugar acudieron elementos de Protección Civil, los que confirmaron que «El Tío» había muerto, reportando ellos mismos su fallecimiento a las autoridades ministeriales.
Personal de la Agencia Primera del Ministerio Público, así como elementos de la Policía Ministerial y personal de Servicios Periciales, acudieron para tomar conocimiento de estos hechos, procediendo a revisar el cuerpo, al que no le encontraron huellas de violencia, por lo que se presume que fueron causas naturales las que le ocasionaron la muerte.
«El Mante» dijo que el se queda a dormir en un cuarto contiguo y que fue una persona la que como a las dos de la madrugada lo despertó para avisarle que «El Churros» se había «petateado», por lo que se levantó y lo encontró tirado a un lado del colchón.
Dijo que él tenía apenas dos años de que se había ido a vivir a esa construcción abandonada y que «El Churros» o «El Tío», como conocían al ahora occiso, lo invitó a compartir la vivienda, pues la casa en la que habitaba y que estaba por la calle Canales a un lado del hotel Azteca, se le había derrumbado.
El cuerpo fue trasladado al SEMEFO local en espera de que algún familiar acudiera a reclamarlo, pues aunque se dijo que sí tenía mujer y familia, se desconoce dónde habitan.
Jesús Torres