Hay 27 detenidos tras marcha contra racismo en Boston
Boston, 19/08/17.- Al menos 27 manifestantes antirracistas fueron arrestados hoy por elementos de la policía, que escoltaban a miembros de la llamada “derecha alternativa” que organizaron un mitin «en defensa de la libertad de expresión», según el último reporte del Boston Globe.
Fuerzas tácticas de la policía establecieron un cerco alrededor de las camionetas que transportaban a los derechistas y empujaron con sus macanas a la multitud de manifestantes antirracistas que se aproximaba a los vehículos.
“Ni odio, ni miedo”, «Los nazis no son bienvenidos aquí”, coreaba la multitud de manifestantes antirracistas, así como las consignas: “Ni Trump, ni el KKK, ni un fascista en Estados Unidos”, en repudio al presidente Donald Trump y el grupo supremacista blanco Ku Klux Klan.
Por su parte, el llamado “Mitin de la Libertad de Expresión” reunió a decenas de seguidores de Trump, conservadores, libertarios, tradicionalistas, así como a miembros de la derecha alternativa, que se identifican con el nacionalismo económico y la xenofobia.
Aunque el mitin estaba previsto para durar dos horas, debió ser acortado ante la llegada de una multitudinaria manifestación de miles de antirracistas que abarrotaron algunas de las principales avenidas de la ciudad.
Para evitar altercados como los ocurridos la semana pasada durante una manifestación supremacista en Charlottesville, en el estado de Virginia, la policía decidió escoltar a los derechistas y sacarlos de la zona en camionetas policiales.
Los altercados ocurrieron cuando los manifestantes antirracistas se acercaron a la caravana de vehículos protegidos que transportaba a los derechistas.
La manifestación antirracista fue convocada por la organización Black Lives Matter (Las vidas negras importan), surgida contra la violencia policial hacia la población afroamericana, pero los participantes eran en su mayoría jóvenes blancos.
Las autoridades cerraron las calles y vetaron armas de cualquier tipo, incluyendo los palos que se usan para las pancartas, para prevenir ataques como el que ocurrió hace una en Virginia, cuando un hombre con simpatías neonazis embistió con su auto a una multitud durante una protesta.
También restringieron la instalación de vendedores de comida del Boston Common, el parque más antiguo del país.
El sábado pasado un grupo de nacionalistas blancos se reunieron en la sureña ciudad universitaria de Charlottesville, Virginia, para defender una estatua de Robert E. Lee, que terminó en un enfrentamiento entre supremacistas blancos y opositores, donde murió una mujer.
Un creciente número de líderes políticos estadunidenses han llamado a retirar los símbolos confederados. Activistas por los derechos civiles aseveran promueven el racismo mientras que defensores de los monumentos afirman que las estatuas son un recordatorio de su patrimonio.
La violencia de la semana pasada disparó además la mayor crisis nacional que ha visto el gobierno de Donald Trump, quien provocó molestia en gran parte del espectro político por no condenar inmediatamente a los nacionalistas blancos.
Agenicas