3/03/15.- Sabemos que muchas veces te cansas de las recomendaciones que tu mamá te da acerca de cómo tienes que hacer las cosas. Sin embargo, hay algunas que debemos de cambiar si no queremos poner en riesgo nuestra salud, checa cuáles son las recomendaciones que sí debes de seguir.
No te paras al baño hasta que sientes que vas a reventar
Aguantarse las ganas puede producir infecciones en el tracto urinario, la cosa empeora cuando para no pararte decides mejor tomar poco agua, ya que esto puede causarte una deshidratación y estreñimiento. Lo que debes hacer es ir al baño tantas veces como sientas ganas, beber por lo menos ocho vasos de agua y evitar tanto como te sea posible el tomar bebidas con cafeínas como son el refresco y el té.
Se te olvida cepillarte los dientes
Es muy común que cuando llegas tarde, después de una fiesta, te dé flojera el tener que cepillarte los dientes, sin embargo, debes recordar que las bacterias que habitan en la boca se pegan a los dientes y forman una placa a las 24 horas, lo que da lugar a enfermedades de encías que causan mal aliento, sangrado y deterioro de los dientes. Recuerda cepillarte mínimo dos veces al día, en especial en la noche para proteger tu boca.
No te lavas las manos después de ir al baño
¿Sabías que según estudios el 10 por ciento de las mujeres no se lavan las manos después de ir al baño y el 80 por ciento de las personas que sí lo hacen no se las lava bien? Recuerda que muchos virus se propagan de mano en mano. El hábito de lavarte bien las manos puede evitarte muchas enfermedades.
Utilizas la esponja de baño de la amiga que vive contigo
En las esponjas de baño pueden existir miles de bacterias que transmiten enfermedades como la gastroenteritis. Lo que debes hacer, aunque te lleves muy bien con tu amiga, es no prestar, ni tampoco usar artículos personales de limpieza de otras personas.
Afeitarte con un rastrillo viejo
Muchas chicas utilizan el mismo rastrillo por meses, sin saber que al hacerlo no sólo te pueden cortar; también se producen lesiones cutáneas que pueden producir inflamación de los folículos, volverse muy dolorosos y hasta peligrosos. La mejor opción es que cambies las navajas tan seguido como lo requieras. Cuando sientas que ya no cortan bien o que veas que empiezan a salirte granitos. Siempre trata de mantenerlas en un lugar limpio y seco.