3/09/15.- Recorrer en cuatrimoto esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, genera un sentimiento de libertad y ofrece una nueva óptica.
En un paseo, que puede abarcar 20 kilómetros o un promedio de hasta tres horas, se conocen distintos ángulos de esta capital edificada en una cañada hacia el siglo 16, desde la Calle Subterránea que antaño era el cauce del río Guanajuato hasta una vista poco conocida desde el cerro de Las Comadres hasta la calle.
Con cascos, guantes y gafas se abordan las cuatrimotos en parejas. La velocidad, dentro del Centro Histórico, deberá oscilar entre los 20 y 40 kilómetros por hora, así que cualquier espíritu «furioso» tendrá que esperar.
La aventura inicia en la Plaza de la Paz, a un costado de la Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato.
Se elige la calle Benito Juárez para llegar al Palacio Legislativo, inconfundible por su fachada neoclásica, data de 1753. El descenso por esta arteria logra que el viento acaricie el rostro y la vibración de la cuatrimoto, sobre el empedrado, ejercite los músculos.
Se arriba luego al Mercado Miguel Hidalgo, inaugurado el 16 de septiembre de 1910 por el entonces Presidente de México, Porfirio Díaz. Uno de los sitios emblemáticos de la ciudad y la última oportunidad de tomarse fotografías antes de descender a la Calle Subterránea, donde la oscuridad y el olor a humedad, por las filtraciones, hacen recordar aquella película que protagonizó El Santo contra Las Momias de Guanajuato (Federico Curiel, 1972).
El transitar lento en la zona permite apreciar con calma los callejones de Guanajuato hasta arribar al Mercado Embajadoras, que se caracteriza por la venta de antojitos.
El recorrido termina en la cima del cerro de Las Comadres donde hay dos piedras que, según una leyenda, representa a dos amigas que se hicieron comadres y quedaron petrificadas al pelear.
A través de los callejones se arriba a la Universidad de Guanajuato, inmueble de 1732 famoso por su escalinata, que consta de 82 escalones. Ahí, todos quieren una foto.
Unos cuantos minutos de estancia y el recorrido sigue hasta la Alhóndiga de Granaditas, edificada a finales del siglo 18 y tomada, durante la Independencia, por Miguel Hidalgo.
Por otro tramo de la carretera panorámica se llega al monumento a El Pípila, fácilmente identificable por el tono rosado de la piedra.
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guanajuato.mx
Agencia Reforma