Espectáculos
«Ghostbusters» reviven y mantienen el espíritu original
Los Ángeles,12/07/16.- Olviden todo lo que creen saber sobre la nueva «Ghostbusters» («Cazafantasmas»).
Ha sido tan escudriñada, comentada y criticada, que uno pensaría que se trata de una campaña presidencial y no una comedia ligera basada en una idea de hace 32 años que presenta a cuatro mujeres graciosas, en vez de cuatro hombres graciosos. Pero entre el ciberataque a Sony, una muerte que cambió el curso de la historia y una estrella de cine esquiva, los criticones en internet eran la menor de las preocupaciones para la película.
Como dice el productor Ivan Reitman: «La película es la única respuesta a la pregunta de si la película es buena o no».
En un largo y retorcido proceso de desarrollo, la gran pregunta interna nunca fue sobre el género, sino de si valía la pena un nuevo comienzo y pasar la antorcha.
Reitman, quien dirigió la «Ghostbusters» original, había trabajado en una tercera película, una secuela a «Ghostbusters II» que se habría enfocado en el hijo de los personajes de Bill Murray y Sigourney Weaver. La película tenía aprobación y se estaba trabajando en el guion, que incluía un elenco diverso, pero no todo avanzaba bien.
Murray, que no estaba entusiasmado con hacer una nueva película, exigió que su personaje muriera a los pocos minutos. Y entonces, Harold Ramis, el querido coprotagonista y coguionista de la cinta original, se enfermó gravemente de vasculitis y murió en febrero de 2014 a la edad de 69 años.
«Nos consternó a todos», dijo Reitman. «No había forma de hacer esa película sin él y con la resistencia de Bill. Decidí que abandonaría la dirección y negocié un acuerdo para que el estudio pudiera continuar con esto que empezamos».
Poco después, el director de «Bridesmaids», Paul Feig, apareció en el mapa a través de Amy Pascal, entonces jefa de Sony Pictures, junto con el interés con las estrellas de la comedia Melissa McCarthy y Kristen Wiig. Feig llamó a Katie Dippold, quien coescribió «The Heat», para que hiciera el guion y tuvieron que resistir el escándalo causado por el ciberataque a Sony.
Feig agregó a integrantes del elenco del tradicional programa cómico «Saturday Night Live» Leslie Jones y Kate McKinnon para completar el cuarteto de las cazafantasmas.
«Cuando Paul me habló de las cuatro personas que estaban en ella pensé, ‘será un banquete brutal’. Todas nosotras somos bestias de la comedia», dijo Jones, cuyos temores por cómo encajarían sus cuatro personalidades desaparecieron pronto.
Feig se enorgullece por su capacidad para ensamblar grandes energías cómicas y Reitman estaba a bordo también, pero le dio espacio al director para hacer la película que quería.
«Supe desde el principio que estábamos muy bien cuando las vi juntas», dijo Reitman. «Existe una extraordinaria calidad rítmica que los improvisadores muy buenos pueden hacer entre ellos. Les crees que hubieran estado juntos desde siempre, incluso cuando no es así».
Reitman tenía una regla sencilla: no quería que esta película fuera un insulto a la primera, una parodia o una versión absurda.
Y no lo es, la historia trata de la formación de las cazafantasmas en la actualidad, cuando los cazafantasmas de 1984 no existen y sólo unos pocos científicos excéntricos creen en lo paranormal.
Para Wiig, fue fácil decir sí. Le daba confianza saber que también tenían el apoyo y la participación del elenco original, incluyendo a Murray, Dan Aykroyd (quien también es productor), Ernie Hudson y Sigourney Weaver.
«Nos sentimos bendecidas como si todos fuéramos parte de esto juntos. De eso se trata el espíritu de la película», dijo Wiig.
Ramis también tiene un pequeño homenaje que el público con ojo de águila podrá encontrar. Su familia visitó el plató el día que lo hicieron, lo cual fue emotivo según Wiig. El hijo del actor, Daniel Ramis, tiene un pequeño papel en un concierto de heavy metal.
Pero a pesar de los cameos, el elenco estelar y la buena vibra del equipo creativo, «Ghostbusters» ha sido opacada por aquellos que critican al elenco, los avances, las mujeres; personas a la defensiva ante una de sus cintas favoritas de la infancia.
«El problema con el internet es que hay una pequeña, pequeña minoría que grita lo más fuerte posible y los medios de comunicación los cubre, pero no es algo que refleje a la gran mayoría de la gente», dijo Feig.
Las expectativas son altas, pero no al nivel de una cinta de superhéroes. La película costó cerca de 150 millones de dólares y Reitman y Aykroyd tienen ideas para un universo expandido de cazafantasmas. Aunque no hay un plan específico, o contrato, para otra película, la historia no tiene un punto final tampoco.
«He esperado este momento», dijo Reitman. «Que todos la vean y decidan».
Agencias