Opinión
Gaceta
Presupuesto a universidades, la anti palabra
20/12/2018 – No era ilógico que, tras dibujar un escenario propositivo para la educación superior que se otorga a través de las universidades públicas y que, hasta hubiese el compromiso puntual de crear 100 instituciones más en el país, a la hora de presupuestar los recursos para el 2019, hubo la idea de un gran descontón.
Las rectorías de todas las universidades del país y la Asociación, pusieron el grito en el cielo, ya que, eso significaría que cerrasen programas y actividades que están bien posicionadas en los estudiantes de licenciaturas.
Tuvo que entrar al quite el mero presidente de la República, Andrés López Obrador, para señalar que hubo un error y que, si no había aumento, conforme los planteamientos de la ANUIES, tendrán la misma cantidad de recursos con los cuales trabajaron en este año.
Obvio, del susto los directivos de las universidades no se salvaron, incluso, hasta dejará cosas positivas, por ejemplo, en la UNAM el rector dijo que analizarán la situación de los sueldos y seguro los dejarán por debajo del salario del presidente de México, bajo la premisa de que, nadie debe de ganar más que él, porque su chamba es la más importante de la administración pública.
La reacción en cadena de rectores y sus colaboradores, valió la pena, porque con palabras suaves y sin llegar al reclamo vil, hicieron una serie de consideraciones, cuyo resultado fue el revire de los protagonistas del gobierno federal, dado que, si están con la idea de abrir más instituciones de educación superior y a las que ya funcionan las ahorcan en cuanto a recursos, genera una serie de dudas y de situaciones ilógicas.
Si a eso se agrega, que los gobiernos de los Estados, no están en condiciones de incrementar los recursos para la educación superior, aunque tengan dentro de su estructura educativa un área específica para atender las necesidades de ese nivel, la esperanza de los rectores está puesta en el gobierno de la República, porque proviene de la esperanza de México, que fue el slogan con el que el día de las elecciones federales de este año, ganaron en las urnas.
Que no se rompa la esperanza ahora que ya dejaron de lado campañas políticas y escenarios de promoción, es lo básico para quienes tienen que responder con creces a las necesidades de la población, entre las que están la educación superior, cuya matrícula se incrementa año con año, porque la crisis que enfrentan las familias imposibilita que puedan mandar a sus hijos a estudiar a las universidades privadas.
Una vez que les volvió el color a las autoridades de las universidades de todo el país, es probable que deban hacer un ejercicio de reflexión profundo, aunque, existen casas de estudios como la de Tamaulipas, que cada peso que invierten en el funcionamiento de sus escuelas y facultades, así como, de las instalaciones a través de las cuales se ponen a disposición de los alumnos las herramientas fundamentales para su preparación, está bien justificado.
En su momento el rector José Andrés Suárez Fernández, entregó al Patronato de la Universidad un reporte pormenorizado de la situación financiera y estos a cambio, respondieron con la confianza absoluta en el líder de los universitarios y su equipo de trabajo, para que, el presupuesto del 2019, fuera mayor, dado que, casi todas las Unidades Académicas tendrán una mayor demanda de inscripción el año que viene.
En el estado de Hidalgo, donde estuvo el presidente de la República, Andrés López Obrador ayer, se hizo el anuncio del programa para las 100 nuevas universidades que se crearán para atender la demanda de educación superior y reafirmó su disposición elevar los recursos para las universidades existentes o al menos, dejarlo igual que, el de este año, pero, considerada la inflación para el año que viene.
Señaló que se cometió un error en la presentación del presupuesto, porque hizo un compromiso público de que no se reduciría el presupuesto y se presentó un documento que lo reducía, por ello, sostuvo que se enmendará el error y se entregará a las universidades lo que habían acordado con ANUIES.
El hombre se dio cuenta de la gran inconformidad que se generó y no sólo en las universidades, sino en la sociedad toda, porque al reducirse los recursos para la educación superior, se cierran puertas a la demanda educativa, puesto que, para que las instituciones funcionen, es con recursos, jamás con puras palabras y lo peor, anti palabras, porque una cosa muy diferente es respaldar la tarea de los rectores y maestros y otra muy diferente salir con que les bajan el presupuesto.
Los otros
Que sólo una mínima parte de las calles de Ciudad Victoria están en buenas condiciones, más que una aseveración es un señalamiento que debe de preocupar a las autoridades municipales, mínimo para que compren asfalto y los materiales necesarios para que las cuadrillas de bacheadores puedan trabajar.