Opinión


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En el Día del Voluntario

6/12/2018 – El Día Internacional de los Voluntarios y el Cuidado Ambiental, es celebrado con ahínco, porque representan una fortaleza en apoyo para actividades que se realizan en forma directa a las personas que no pueden valerse por sí mismas a mil y una cosas, pero, además, a las que se llevan a cabo a favor del ambiente.
Esta fecha fue decretada por la Asamblea General de la ONU en 1985 y fue con la idea de reconocer de manera plena al voluntariado como un ingente y recurso poderoso con grandes posibilidades de promover la participación de la gente en la consecución del desarrollo.
Es además una ocasión para que las organizaciones de voluntarios hagan visible su contribución al desarrollo, en los ámbitos local, nacional e internacional.
Dice la Secretaría de Salud del país que, las y los voluntarios dedican su tiempo a hacer del mundo un lugar mejor y generan comunidades resilientes, es decir, que puedan hacer frente a las adversidades de la vida.
Además, hay que decir que, ya existe una forma de medir el trabajo voluntario y es a través del manual desarrollado por la Organización Internacional del Trabajo, OIT, documento en el que se define como aquel que llevan a cabo las instituciones sin fines de lucro o remuneración.
Es así, como en 2016 se logró determinar que más de dos millones 100 mil personas realizaron trabajo voluntario en las asociaciones no lucrativas en México y destaca que el voluntariado organizado en las instituciones sin fines de lucro, se incrementó en casi un 60 por ciento en los últimos ocho años, por tanto, de cada 100 mexicanos de más de 15 años, dos son voluntarios.
El informe ONU sobre el estado de voluntariado en el mundo, denominado, El Lazo que nos Une, de este 2018, las horas que aportan para beneficiar a poblaciones del planeta, equivalen al nivel de empleo remunerado que tienen Rusia, Japón o los Estados Unidos.
Es relevante señalar que el 51 por ciento del trabajo voluntario de las organizaciones lo hacen las mujeres y respecto a la actividad desplegada, seis de cada 10 voluntarios que se dedican a la enseñanza y la investigación son damas también.
Las actividades a las que apoyan los trabajadores voluntarios en su mayoría son las desarrolladas por organizaciones religiosas, en un 40 por ciento, los servicios sociales son casi el 20 por cinto, de salud casi el 10 por ciento y de asociaciones gremiales y sindicatos, son menos del nueve por ciento.
En caso de que no haya tenido oportunidad este cinco de diciembre de felicitar a quienes destinan una parte de su tiempo al trabajo voluntario, como quiera, este día seis puede hacerlo, al fin y al cabo hace apenas unas horas que la conmemoración pasó ya que, es una forma de reconocer su dedicación para ayudar a personas que lo requieren y cuyo único aliento, es que alguien dé las gracias por aquello que se hizo a su favor y en caso de que no sea así, quedará siempre la satisfacción personal de haber trabajado por una buena causa.
En esta capital, hay infinidad de héroes anónimos que se conmueven por las necesidades de sus semejantes y a veces, sin que se den cuenta ya se convirtieron en voluntarios para una causa, así que, a esas personas que podamos identificar, démosles las gracias, porque cumplen un papel inigualable en la sociedad.

Los otros
En el Diario Oficial de la Federación del pasado martes, apareció la reforma a las Fracciones II y IV, del Artículo 13 de la Ley del Servicio de Administración Tributaria, a través de la cual se amplían los criterios para el perfil de quien esté a cargo de esa dependencia que corresponde a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que, debe ser nombrado por el presidente de la República en turno.
Por eso, en cuanto el decreto estuvo listo, fue designada para ese cargo Margarita Ríos Farjat, oriunda del vecino estado de Nuevo León y, quien es doctora en Política Pública por el Tecnológico de Monterrey, tiene maestría en Derecho Fiscal y además es poeta, pues tiene dos libros sobre este tema.
La Fracción Dos decía, haber desempeñado cargos de alto nivel decisorio, cuyo ejercicio requiera conocimientos y experiencia en las materias fiscal y aduanera, ahora dice, poseer al día de la designación, título profesional en las áreas de Derecho, Administración, Economía, Contaduría o materias afines, con una antigüedad mínima de diez años, expedido por autoridad o institución legalmente facultada para ello, así como, contar con experiencia probada y estudios en materia fiscal, aduanera, financiera o alguna otra materia relacionada.
En tanto, la Fracción IV, solo se cambió la nomenclatura que hace referencia a la Ciudad de México, ya que, antes decía Distrito Federal, pero, ya sabemos que ahora es CDMX y tiene en lugar de Jefaturas Delegacionales, Alcaldías. Esta fracción indica que la titular del SAT no puede desempeñar cargos públicos ni comisiones en otras dependencias, pero, sí empleos de carácter docente y aquellos que sean honoríficos.

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