Opinión


Gaceta


Impugnaciones no desestabilizan la entidad

10/07/2018 – Impugnaciones por aquí, impugnaciones por allá y la determinación de complicarle la vida al Instituto Electoral de Tamaulipas, es lo de esta semana.
A las inconformidades por la virtual derrota electoral que fueron presentadas de manera pública y con querella de por medio de Andrés Zorrilla Moreno, el alcalde de Madero que pretendía reelegirse, hay que sumar la de Ramón Garza Barrios que jugó por las izquierdas la alcaldía de Nuevo Laredo y hay la presunción de que perdió desde el pasado lunes.
Hay impugnaciones en Reynosa, también por los candidatos de Regeneración Nacional y por los del PRI, que incluyeron la presencia del dirigente estatal, Sergio Guajardo Maldonado allá para respaldar al doctor Serapio Cantú Barragán, que fue el candidato a la alcaldía y hay que sumarle la de allí cerca, porque en Río Bravo, se supone que ganó la elección el PAN, pero, tampoco los del PRI están de acuerdo.
En Altamira, las cosas son iguales, demandan revisión al IETAM tanto Regeneración como los priístas, al aducir que la alcaldesa Alma Laura Amparan Cruz, está envuelta en una serie de cuestionamientos relacionados con el exceso de gastos en la campaña.
Se supone que, en Jaumave, el candidato independiente, José Luis Gallardo Flores, quien pretendía reelegirse en el cargo, también comprobó que hubo irregularidades en el proceso eleccionario y que, no estaría de acuerdo con los resultados a favor del PAN, por tanto, estaba resuelto a presentar un parte de hechos para recuperar el camino del éxito electoral que le favoreció hace dos años.
Quizá debamos de ser bien prácticos y señalar que las impugnaciones, son recursos que están considerados dentro de la legislación electoral y a los cuales tienen derecho los ciudadanos, representante de partidos, candidatos y todos los actores del proceso de elecciones y como tales, deben de resolverse en función de las pruebas que sean aportadas desde las partes, es decir, la que está inconforme y la que ganó, para ello, hay tiempos establecidos e instancias en las que se peleará.
A más tardar la elección local concurrente con la federal que tuvimos el domingo uno de julio, puede cerrarse para los últimos días de agosto o los primeros de septiembre, en el entendido de que, éste último mes, se abrirá el proceso electoral siguiente, mediante el cual se renovará el Poder Legislativo de Tamaulipas.
Se cambiarán los 36 diputados locales que fueron electos en el 2016, cuando la elección de gobernador. Habrá candidatos por los 22 distritos locales electorales y se complementará la Legislatura con 14 diputaciones plurinominales.
Por cierto, hay que decir que, con todo y las impugnaciones de resultados electorales y la nominal de Ramón Garza Barrios de Nuevo Laredo contra el IETAM, porque entregó la constancia de mayoría a su adversario Enrique Rivas Cuéllar, como si tuvieran toda la prisa del mundo y sin tomar en cuenta las observaciones que él hizo relativas al día de la elección, el clima político en la entidad no está alterado.
Al contrario, los ciudadanos creen que la postura adoptada por los que perdieron la elección local, es algo que se llama, patadas de ahogado, pero, terminarán por aceptar la situación que viven ya que, para los ciudadanos la verdad que cuenta es la que se dio a conocer desde la autoridad electoral.
Esto es, los que ganaron ya ganaron y los que perdieron e impugnaron, alargan su agonía, porque esperarán los tiempos legales para aceptar que las preferencias de los ciudadanos en efecto no les favorecieron y que, aquello que vieron como una posibilidad para revertir los resultados, no fue suficiente para ganar.
A lo mejor debería de existir una cláusula en la Ley Electoral de la entidad, mediante la cual, los candidatos que pierden reconozcan que las preferencias de los ciudadanos no les fueron favorables, para que, al calor de revisiones de números en otro tipo de elecciones, se pretenda cambiar los resultados para hacerlos a su modo.
Si bien la aceptación del no triunfo no está escrita, dice mucho de quienes la aceptan y en el proceso local, fue el caso del diputado plurinominal con licencia, Carlos García González quien, postulado por el PAN para la presidencia municipal de Matamoros, aceptó que perdió y se acabó cualquier tipo de reclamo.
También lo hizo en esta capital el alcalde Oscar Almaraz Smer, a quien las preferencias de los ciudadanos no le favorecieron, casi desde que el conteo de los votos en las casillas se llevó a cabo y, para antes de que se concluyera el escrutinio, el hombre ya estaba listo para comenzar a trabajar en el último tramo de su gobierno.

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