Gaceta

Prerrogativas, el uso incorrecto

1/05/2018 – Existe un punto relacionado con las campañas y el uso de los recursos que el Instituto Nacional Electoral entrega a los partidos para el proceso actual y tiene que ver con la entrega de dinero a los damnificados de los terremotos y que, suponemos tiene implicaciones, porque al tratarse de recursos del presupuesto federal, tienen que comprobarse en atención a los criterios establecidos para ello.
Lo más sencillo es decir que, de parte de los partidos políticos, sus dirigentes o sus candidatos los entregan a quien quieren y cómo quieren, pero, la realidad es que, el INE debe de poner atención especial a esos recursos, porque, al momento que se destinan a otras cosas que no tengan nada que ver con lo electoral, se infringen las leyes.
En el debate que hace poco más de una semana tuvieron los candidatos a la Presidencia de la República, el tema fue comentado por encimita, sin embargo, está claro que debe incorporarse a la agenda del instituto, ya que, desde una perspectiva de planeación, si los recursos no se usan para lo que fueron destinados, en lo sucesivo ya no se aprobarán, de manera tal que, el presupuesto del INE se verá reducido en la misma proporción que los dirigentes de los partidos o los candidatos no lo usen para aquello que fue aprobado y que, tiene que ser comprobado en función de los criterios del ejercicio.
A lo mejor es incorrecto pensar que los dirigentes de los partidos no deben usar los recursos de las prerrogativas para aquello que no sea asunto electoral y puede mantenerse en la línea de lo incorrecto, porque es una forma de usar los recursos para hacer política y pasar por encima de la reglamentación del INE, es más, decir que se pueden hasta burlarse de la institución, es una gran verdad.
Lo que más pega en este asunto es el hecho de que, para los planeadores de presupuestos es un mal ejercicio de los recursos y, por tanto, ya no deben de autorizarse para los años subsecuentes, porque es el espíritu de los procedimientos.
Decir que los partidos destinan el dinero de las prerrogativas a ayudar a damnificados, tiene un gran sentido social y no puede negarse, pero, allí es otro tipo de recursos los que deben emplearse, dado que, también pasan por encima de los responsables de la función pública, al afirmar que ellos sí ayudan a los damnificados, pero, no dicen que lo hacen con dinero público y eso, es engaña a las personas beneficiadas y a la sociedad en general.
No creemos que los entes fiscalizadores del INE vayan a tomar como buenas las listas de los ciudadanos que recibieron el dinero de los partidos y de sus candidatos, así se trate de la forma pura y sana de ayudar a la población que sufrió daños debido a los sismos.
Quizá debamos de recordar que las autoridades electorales, tienen una metodología muy bien elaborada para analizar el destino de las prerrogativas y su comprobación. Hace algunos años, el IETAM de Tamaulipas fue reconocido a nivel nacional, como una de las instituciones con los mejores sistemas de fiscalización y de comprobación de los gastos de los partidos y sus candidatos.
Eran los tiempos del contador Jorge Luis Navarro Cantú como titular del instituto, cuando se llevó a cabo una sesión de trabajo con representantes de los institutos de casi todas las entidades del país, para analizar el desarrollo de la fiscalización.
Por otro lado, hay que considerar la postura de ciudadanos mexicanos que no están de acuerdo con el financiamiento público a los partidos políticos, pero, la verdad de las cosas, es la manera más sencilla de lograr que la democracia funcione en México.
Sin este tipo de recurso, los partidos políticos ya estuvieran fuera de la jugada, porque no tienen capacidad para autofinanciarse, situación que es demostrable de manera muy sencilla, si tomamos en cuenta que la ley les da la opción de generar sus propios recursos mediante la realización de actividades promocionales, sin embargo, jamás ningún partido se ha metido en ese tipo de cosas, se quedan en la comodidad del financiamiento público, de manera tal que, algunos partidos se convirtieron en botín para familias o políticos que encontrar una forma de estar en el negocio de la política.
Es el caso del PANAL, cuyos creadores fueron dirigentes del sindicato de maestros, porque se pelearon con el PRI y decidieron que con un partido propio podrían tener posiciones electorales y de paso recursos para hacer política. Hace lo mismo el izquierdista tabasqueño, Andrés López Obrador, que hizo a modo su partido, para obtener financiamiento y asegurar una tercera postulación como candidato a la Presidencia de la República.
De todos es conocido que el Partido Verde Ecologista de México, estuvo en manos de la familia González Martínez durante mucho tiempo y que, se creó un grupo de colaboradores muy cerrado, que aprendió a vivir de posiciones en las Cámaras federales y locales, pero, también del dinero que les entra como prerrogativas otorgadas por el Instituto Nacional Electoral.
Solo hay una gran duda, porque ahora que algunos partidos políticos, los grandes, para ser exactos, entregan dinero público a los damnificados, la ciudadanía no habla de desviación de recursos a fines que nada tienen que ver con la naturaleza de las prerrogativas, es más, ni siquiera demanda que, si lo entregan, deben de comprobarlo en forma escrupulosa.
Ah, pero, sí los dirigentes de los partidos no hubiesen optado por destinar una parte de los recursos que el INE les dio para las campañas en asuntos sociales, el financiamiento público estuviese además de cuestionado, satanizado.
Debemos establecer que después del debate, cuando se habló de las prerrogativas convertidas en dinero que sin control se entrega a los damnificados de los sismos, surgieron infinidad de dudas sobre ese tipo de acción, ante la razón sencilla de que, los líderes o dueños de partidos políticos no son quien para decidir en qué se gastan los recursos del financiamiento público, mismo que debe comprobarse de manera escrupulosa.

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