Gaceta

Raúl Terrazas

01/02/18

Redefinición para el transporte urbano

El tema de los microbuses de todas las ciudades de Tamaulipas, da para mucho, porque son infinidad de personas que se convirtieron con el paso del tiempo en víctimas de errores y abusos en la circulación de ese tipo de unidades.
Habría que recordar que, aparecieron en el mercado del transporte urbano de la entidad, como una necesidad social, ya por, ser una fuente de empleo, ya por la creación de empresas familiares, porque las concesiones se otorgaron a jefes de familia y, lo más relevante serían una alternativa buena para cubrir la demanda de transporte de pasajeros en todas las ciudades de la entidad, cuyo crecimiento era vertiginoso.
Hablamos de inicio de los años ochenta, allá en la época en que gobernaba Tamaulipas el doctor Emilio Martínez Manautou.
Incluso, se trataba de colonos, mecánicos o agricultores que tuvieron en las concesiones de transporte urbano una forma de vivir decente. Unos años después, comenzaron a acapararse las unidades y sus concesiones por unos cuántos y quedar como empresas sociales, en donde, muchos de los dueños de micros terminaron como empleados de los empresarios.
También debemos de mencionar, que la llegada de los micros fue considerada como urgente ya que, los dueños del transporte urbano, también concesionado, se cerraron a la modernidad y pensaron que, con los viejos camiones estarían a la altura de la demanda planteada por los usuarios de todas las ciudades.
Quizá la única ciudad en la que, los micros no llegaron con la misma intensidad, fue Reynosa, por la naturaleza de las empresas allí establecidas, cosa que no sucedió en Matamoros y Nuevo Laredo, por hablar de la frontera, dado que, los empresarios si le entraron a la modernización, aunque, no al grado de impedir que otras empresas les comieran el mandado o mejor dicho muchas rutas.
Lustros han pasado y la anunciada, prometida, comprometida y obligada modernización del transporte urbano en las ciudades tamaulipecas no se cumple, siempre queda en palabras o palabrería y, son los usuarios quienes tienen que soportar un mal servicio.
Además de unidades nuevas, urge que las autoridades estatales redefinan la forma de operación de los micros o mejor dicho que haya una explotación adecuada, ordenada y segura de las rutas que tienen asignadas los concesionarios del transporte urbano.
Una reingeniería total, al menos en Victoria, capital de Tamaulipas, porque garantía de que los usuarios lleguen a sus destinos sin sobresaltos, no existe, es más los hay, que ni llegan, porque quedaron en un accidente que se produjo merced de criterios incorrectos para la explotación de las rutas.
En un esquema de redefinición, hay factores a considerar, como cambiar la estrategia de servicio, para evitar que se de en función de tiempo obsoletos, porque la ciudad ha crecido y en consecuencia hay más vehículos en circulación y más gente en la calle, de tal forma que, los choferes de los micros tienen que andar a exceso de velocidad en franco desafía al Reglamento de Tránsito y a quienes son los responsables de que lo respeten.
Sería incorrecto hablar de complicidades, en aras de que los choferes cumplan con su trabajo, sin embargo, no debe ser a costa de los sobresaltos, lesiones y riesgo que deben enfrentarse desde el momento que se pone un pie en la escalera de acceso a la unidad.
En este momento de redefinición, en el que hay un nuevo funcionario que dice hará cumplir los preceptos de modernización del transporte urbano, el matamorense Heriberto Morado Cisneros, pensamos que su chamba tiene que ser exitosa en función de las vidas cobradas, las lesiones ocasionadas y los casos de invalidez que miles de personas cargan, más, que, en la importancia de favorecer a los concesionarios, porque quienes lo merecen son los usuarios.
Es demasiado triste saber que una compañera de trabajo falleció a consecuencia de un accidente de tránsito o que otra tiene que caminar de forma incorrecta, porque las unidades de transporte público ocasionaron el percance.
Habrá quienes digan que se trata de accidentes y que pueden ocurrir en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia. El asunto es que a diario en todas las ciudades y en la mayor parte de los accidentes están involucradas unidades de transporte urbano, en especial los microbuses.
Heriberto Morado Cisneros, está en el puesto adecuado, en el momento correcto y con el respaldo necesario, para invertir las cosas y que, la funcionalidad de transporte urbano tenga como centro el usuario, que se acaben las prisas de los choferes y las velocidades inmoderadas, para que llegue un servicio de calidad y que las personas puedan disfrutarlo, no sufrirlo cada segundo que deben estar dentro de la unidad para trasladarse de sus viviendas a sus trabajos o para llevar a cabo las actividades normales que las personas realizan en la ciudad en la que viven.
Hablar de la cantidad de micros y de camiones en circulación para atender las necesidades del servicio urbano, de sus condiciones mecánicas y de sus carrocerías, la capacitación de los choferes y que los empresarios cambien de mentalidad, creemos que es secundarios frente a la urgencia de eliminar los tiempos en que deben de cubrirse las rutas, porque es una carrera contrarreloj, donde la principal divisa es la corrupción, dado que, una gran parte de los choferes llega retrasado y deben de pagar al del reloj checador una mordida para que ajuste sus tiempos en una tarjeta duplicada que carece de valor, pero, pone en riesgo la integridad de los usuarios.

 

 

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