Opinión


Gaceta


Raúl Terrazas

16/01/18

Apostar por nominaciones partidistas

En las próximas cuatro semanas, escucharemos todo aquello que se relaciona a las virtudes de los que pueden o deben ser los candidatos de los partidos políticos a las alcaldías y las posiciones legislativas que corresponden a la entidad en las elecciones del uno de julio venidero.
La gran diferencia en este momento y los de procesos anteriores, es que, ahora, las aspiraciones de los políticos son abiertas, públicas y hasta condicionadas.
Esto último, porque los hay que presionaron a los partidos o sus dirigentes para amarrar postulaciones o bien, trabajaron en atención a programas y acciones específicas con la idea de que les consideren, dado que cuentan con los méritos necesarios para ello.
Ya sabemos que el rejuego en este momento lo traen los aspirantes independientes, quienes, con la autorización de las autoridades electorales, se mueven en todas direcciones para cumplir la cantidad de firmas que prevé la legislación a efecto de alcanzar la candidatura.
Los que van directo por las candidaturas a través de los partidos, se abrieron de forma paulatina, como el ingeniero Enrique Cárdenas del Avellano, que trae entre ceja y ceja ser senador desde hace mucho tiempo y, cómo intervino en una etapa de su partido, el PRI, para acelerar la designación de un dirigente estatal a quien habría que confiar el proceso electoral, se habla de que ganó puntos.
El asunto es que, a lo mejor no le alcanzarán para la Senaduría, porque hay otros que igual que él trabajaron por puntos y ahora están más adelante que él.
Caso parecido es el de los alcaldes que trabajaron con mucho ahínco para obtener el respaldo de sus partidos para reelegirse en sus cargos, caso concreto el del contador Oscar Almaraz Smer, a quien los ciudadanos quieren al frente de la comuna, porque en muy poco tiempo ha hecho que Victoria, la capital de Tamaulipas, se vea diferente, tanto a los ojos de quienes vienen en forma esporádica, como a quienes vivimos aquí.
Al interior de los partidos hay una divisa usada para cualquier tipo de expresión, la famosa lista, aquella en la que se supone están los que quieren ser candidatos y los que tienen merecimiento para ello.
También los que hacen ruido sin pedir nada a los partidos políticos y que, sin quererlo, aparecen con buenos niveles de aceptación entre la ciudadanía, como es el caso del doctor Víctor García Fuentes, quien, en calidad de ex presidente de su partido en Matamoros, goza del respaldo de militantes y simpatizantes para una postulación.
Dicen los que le conocen que su deseo es estar al frente de la presidencia municipal, sin embargo, quizá sea el correcto para la diputación federal por el distrito que corresponde a la ciudad fronteriza.
Escuchar, ver, saber o inferir sobre la intención de los dirigentes de los partidos políticos y los grupos, es a partir de este mes de enero, algo que estará en boca de todos, es más, hasta podría ser el momento adecuado para cruzar apuestas, lo único es que, no estamos en una nación donde sea válido.
Aunque sea por debajo del agua, para que cuente el análisis que en todo tipo de reuniones o de grupos de análisis se haga. Los que creen a ciegas en los políticos que conocemos, pueden apostar por ellos un café, una comida, cena, cien pesillos o pamba.
Pensar en que el contador Almaraz Smer, dará cuenta de los adversarios que aparezcan, es lo más normal, pero, quienes le van al doctor Xicoténcatl González Uresti, saben el candidato que se cargan y a lo mejor pueden apostar por él, o bien por quien logre la postulación del Partido Regeneración Nacional, el de los maestros y el de los ecologistas.
En el caso de los que quieren ser legisladores en la siguiente horneada del Congreso de la Unión, lógico que hay desde antojos hasta razones del presente y para el futuro. Es el caso del secretario de Bienestar Social del Gobierno del Estado, Gerardo Peña Flores, perfilado desde hace tiempo como el bueno para la sucesión gubernamental del 2022 por el PAN y que, está en la encrucijada de esperar el momento desde la dependencia que maneja o de plano irse como senador, para tener mayor movilidad y entrarle a las ligas mayores de la grilla panista nacional.
Los otros que tema en donde quiera que se habla de política, son los del PRI, dado que, los diputados federales creen tener más merecimientos para ser senadores que aquellos que tienen trabajo político en la entidad y que también la merecen, como ya lo dijimos, Cárdenas del Avellano.
Los diputados, nos referimos a Mercedes Guillén Vicente de Tampico y Edgardo Melhem Salinas de Río Bravo, ellos dos, porque postular a Baltazar Hinojosa Ochoa, sería de nuevo un error, un espacio perdido o inconcebible, porque ya perdió una elección local, la de gobernador y podrían repetirle la dosis.
Por el resto de los partidos políticos, las alternativas no son ni conocidas ni agradables desde una perspectiva electoral, ya que, los que sean candidatos por el Partido Nueva Alianza, serán por quienes sufraguen los maestros y en el caso de los del Partido Verde Ecologista, lo que elijan antes del límite del tiempo y que están identificados con la corriente verdista.
Hay que dar entrada a los nombres de los que quieren posiciones y analizarlos, porque serán los que vengan en las boletas electorales que habrá en las casillas el día uno de julio y, más vale identificar los personajes, y no desperdiciar el voto a manera del tin marín de do pingüé.

 

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