Gaceta

Raúl Terrazas

13/05/15

El comportamiento de los electores

Producto de las preferencias ciudadanas mostradas sobre la elección de candidatos a diputados federales para la renovación de la Cámara Baja del Congreso de la Unión, ya existen hasta escenarios sobre la posible conformación de la misma.
Obvio, con una presencia mayoritaria del PRI, de 206, cantidad similar a la que tiene ahora que son 207.
Desde luego, las inferencias, son eso, inferencias y se valen, como resultado de los estudios de opinión, respecto a lo que quieren los ciudadanos que pueden votar el siete de junio venidero al contar con credencial del INE y encontrarse en los listados nominales que ya fueron entregados a los Consejos Distritales como responsables de la organización del proceso en territorio.
Según los datos obtenidos por la empresa de opinión que maneja Roy Campos, el PRI podría tener un mínimo de 193 legisladores y un máximo de 206, el PAN de 110 a 121, el PRD de 84 a 92, el PT de 12 a 16 y el Partido Verde Ecologista de México de entre 37 y 44 diputados.
Por su lado el Partido Movimiento Ciudadano hasta ocho, en el entendido de que ahora tiene 16 y por tanto bajaría el tamaño de la bancada en la Cámara de Diputados. El Partido Nueva Alianza podría tener de entre 10 y 15, mientras que, el Partido Movimiento de Regeneración Nacional que se estrenaría en la Legislatura lo hará con más de 20 y hasta 27 curules.
La actual Cámara de Diputados se conforma con 207 del PRI, 114 del PAN, 100 del PRD, 19 del Partido del Trabajo, 34 del Partido Verde Ecologista de México, 16 del Movimiento Ciudadano y 10 de Nueva Alianza, obvio, entre aquellos que ganaron la elección en los 300 Distritos y los 200 que llegaron por la vía plurinominal.
El mismo estudio de preferencias realizado la semana pasada, indica, sin quitar a los que no respondieron a la consulta que fueron el 28.4 por ciento, que el 22.3 por ciento de los que sí constaron lo harán por el PRI, el 16.9 por ciento por el PAN, el 12.6 por el PRD y el 7.6 por ciento por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional.
En el resto de los partidos políticos las posibilidades de voto quedan por debajo de los cinco puntos, el Verde Ecologista de México con 4.5, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza con 2.3 por ciento, el Partido del Trabajo con el 1.3 por ciento, Encuentro Social y Humanista de México con menos del uno por ciento cada uno.
Con este escenario, lo único que queda es esperar a la realidad, porque una cosa será siempre lo que dicen las encuestas y sus tendencias y otra la que refleje la participación de los electores en las casillas electorales en el llamado día “D”.
Con la estrategia que el PRI de Tamaulipas tiene en marcha, es probable en todos los sentidos que el mismo fenómeno de las elecciones intermedias federales para la elección de diputados a la Cámara Baja del Congreso de la Unión se repita, es decir, que el PRI se lleve la victoria en todos los distritos, no obstante que la participación en las urnas sea inferior al 50 por ciento.
Algo que vale la pena considerar para las votaciones del primer domingo de junio, que dicho sea de paso, ya está a la vuelta de la esquina, es que, casi el 50 por ciento de las personas que fueron consultadas por los encuestadores de Campos, dijeron que saben del día en que se llevará a cabo la elección y si a eso se agrega que un 34 por ciento sabe que son en junio, podrían pensar en un aumento en el porcentaje de votación.
Nadie nos quita de la cabeza que lo motivacional es lo que cuenta para lograr que las personas vayan a votar y que, cuando esa posibilidad se comente en familia, porque alguno de los candidatos les movió el tapete para tomar esa decisión, se le dará un duro golpe al abstencionismo, fenómeno del que siempre se agarran los detractores de la democracia para decir que el sistema de partidos está mal y que los legisladores carecen de representatividad.
Si el motivo para votar son los candidatos, los partidos habrán cumplido con su objetivo de presentar buenas cartas y ofrecer alternativas de valor político y si la gente vota por las instituciones, sin tomar en cuenta a los candidatos, quedará claro que la democracia funciona y que, a pesar de los candidatos, todavía encontramos fracciones ideológicas que generan votos en las urnas.
Dicen los que saben que candidatos como Miguel González Salum en el distrito de Victoria, Edgardo Melhem Salinas en Río Bravo, María Esther Camargo Félix en Reynosa y Mercedes Guillén Vicente en Tampico, motivan a los grupos de ciudadanos para que voten por ellos y que, el resto de los candidatos priístas cuenta con respaldo sólido de organizaciones para ganarle a sus adversarios, sólo que, el nivel de motivación política registra menores puntos en la escala.
Desde luego, Jesús de la Garza en Matamoros, Yahleel Abdalá en Nuevo Laredo, Esdras Romero Vega en Madero y Alejandro Guevara Cobos en Mante, tienen todavía tiempo para mejorar la percepción de los ciudadanos hacia su causa, con la ventaja de que sus adversarios se quedaron cortos en las preferencias ciudadanas.
Ni modo que éste último no le vaya a ganar con facilidad a Edgar Vargas Arizavalo del PAN, Lorena Garrido Salazar del PRD, Omar Nájera Quintana del Partido del Trabajo, Osvaldo Rubio Hernández del Partido Verde Ecologista, a Lucero Sánchez Concepción del Movimiento Ciudadano, a Teresa Espronceda Galván de Nueva Alianza, a Julio César Hernández Medina del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, a José Leandro García Molina del Partido Humanista o al ex alcalde perredista de Jaumave, Ricardo Quintanilla Leal, quien va como candidato del Partido Encuentro Social.
Casi lo mismo sucede en Madero, donde dan por hecho que el alcalde con licencia, Romero Vega, lleva las de ganar frente a todos sus adversarios, comenzando con la del PAN, Silvia Cacho Tamez a quien ya se le pasaron sus tiempos de gloria como opositora y desde luego a Cuitláhuac Ortega Maldonado del PRD, porque este partido dejó de funcionar en aquella región, sobre todo en Madero, donde los petroleros de antes lo hicieron fuerte y ahora le sacan la vuelta.

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