Raúl Terrazas Barraza
20/08/2017
El TLC de cerca
Ahora que está de moda la renegociación del Tratado del Libre Comercio de América del Norte y aunque cada quien trabaja en lo que pone en la mesa de negociación, es fácil percatarse de que sí hay interés para que los acuerdos se mantengan y lo que llama la atención es que los gobiernos de las tres naciones, México, Canadá y los Estados Unidos, la participación a la opinión pública.
La Secretaría de Economía de México, hizo ver que la participación fue más allá de lo esperado, incluso, hay un documento que circula desde hace varios días, en el cual se plasma el sentir de los mexicanos.
Esta dependencia lo hizo llegar al Senado de la República para que se conozcan las prioridades surgidas mediante las propuestas y observaciones de representantes sociales
Los mexicanos quieren que se fortalezca la competitividad en América del Norte, que se promocione la premisa de comercio regional inclusiva y responsable, el aprovechamiento de oportunidades que aparecen con los nuevos esquemas de la economía en este tiempo y que se otorgue seguridad para las actividades comerciales de inversión en los tres países.
Cuando se habla de fortalecimiento de la competitividad, lo que se quiere es mantener el acceso preferencia de las mercancías y servicios mexicanos, en especial los productos para agricultura, promover el comercio común y transparente de bienes entre los tres países, mejorar los procedimientos de aduanas y promover mejores prácticas de planificación y normativa de desarrollo.
Ampliar las categorías de entrada temporal de empresarios y promover la movilidad laboral, en beneficio de las poblaciones de los tres países.
Como los beneficios del Tratado del Libre Comercio de América del Norte no llegan a toda la población en forma directa, la realidad es que, hay un sentir nacional basado en las ventajas, porque los de este lado, le vemos mayores oportunidades al planteamiento de los gringos, quienes, al final de cuentas no tendrán la razón, ya que, es en las calles de los Estados Unidos, donde está el respaldo para México en torno al TLC que existe desde los tiempos del presidente Carlos Salinas de Gortari.
Cosas muy puntuales como congruencia entre las medidas de seguridad e higiene fitosanitaria y zoosanitaria, promover mayor integración a los mercados de trabajo de los dos países del norte, promoción a las pequeñas y medianas empresas.
Buscan que se favorezca la economía digital, que el Banco de Desarrollo de América del Norte se expanda para que más poblaciones puedan tener acceso a los créditos que otorga, sentar las bases para la cooperación energética y mejorar las normas para la inversión extranjera, son cosas que están en la mesa y que, de ser rechazadas por los gringos, no ahora, sino en unos años se darán la arrepentida de su vida, desde el momento que las economías de las zonas regiones están más ligadas que de lo que el presidente gringo cree, por tanto, si se obstaculiza la relación comercial, ellos lo resentirán y perderán.
Personas que viven en la frontera de Tamaulipas creen que habrá una reacción en positivo a la hora de los acuerdos y creen que, para las negociaciones que se iniciaron hace tres días y estará basada en una estricta calendarización que prevé la conclusión de la renegociación para el mes de diciembre venidero y que cada Administración de los países lo haga del conocimiento a sus legisladores en enero del año venidero, para que la firma de lo renegociado pueda darse a fines de marzo próximo.
En julio del 2018 será emitido el informe de renegociado que, en septiembre, es decir, en poco más de un año, el Congreso de los Estados Unidos decida el rumbo que tomará el TLC.
En función de información de prensa, los representantes mexicanos que están en las mesas de negociación, van más preparados que de costumbre, porque el sentir de los ciudadanos que obtienen beneficios por lo ya inscrito en el TLC, buscan que se aproveche la oportunidad para sacar más ventajas, en especial las oportunidades laborales, que permiten la movilización de miles y miles de trabajadores a muchas regiones agropecuarias de la Unión Americana y que, están por llevarse a cabo, debido a las necesidades de mano de obra.
No ha salido a la luz pública, pero, a dudas de los trabajadores temporales que van a los Estados Unidos, éstos se comunicaron ya con los patrones que tienen y además de garantizarles la chamba, les han dicho que lo del Tratado es un asunto que no afectará la relación laboral que tienen desde hace mucho tiempo con ellos.
Incluso, una persona que se dedica a formar los grupos que se van de manera legal, pero, temporal a trabajar en los Estados Unidos, hizo ver que los empresarios norteamericanos hablarán con los conocidos que tienen en las Cámaras Legislativas para que no pase nada.
Aunque, no se pueda definir el alcance de estas afirmaciones, sí queda claro que la chamba permanecerá para aquellas personas que ya tienen andado el camino y que, se van a trabajar por cuatro o seis meses en labores agrícolas, pero, es notable el hecho de saber que los empresarios se movilizarán con sus legisladores para que la renegociación del TLC, supere los propósitos complicados exteriorizados por el presidente Donald Trump.
En la zona centro de Tamaulipas, hay muchos grupos de trabajadores conformados desde hace tiempo y para ellos, el asunto es que no habrá complicaciones y que podrán ir a trabajar, como lo hacen desde que se abrió el mercado laboral.
Ellos no identifican que apenas se sentaron a negociar a partir del 16 de agosto, aunque saben que lo que digan y hagan no tendrá repercusiones negativas.
De la región victorense se calcula que unos mil vayan a chambear, porque ya los esperan, cuyos manejadores hicieron ver que son más que los del año pasado y los anteriores. Hay quienes los conocen como los hijos del TLC, porque a partir de esos acuerdos, se abrieron las puertas al mercado laboral, como se abrieron a más productos mexicanos para que los consuman los gringos.