Raúl Terrazas Barraza.
13/08/2017
Modelo educativo dará resultados lentos.
A unos días de que comience el ciclo escolar 2017-2018, para que las actividades en el país vuelvan a la normalidad, hay dos cosas que no pueden dejarse de lado
La primera que los niños, desde preescolar la secundaria y los jóvenes de preparatoria, todos comprendidos dentro del nivel básico de la educación, ya lo que quieren es entrar a clases para terminar con el encierro en sus hogares y estar sujetos a las instrucciones que sus padres les dan en cada momento.
La otra, que existen una serie de factores relativos al nuevo modelo educativo que la comunidad estudiantil de educación básica no pueden perder de vista, en el entendido de que el cambio en la forma de educar se dio después de casi 60 años.
Desde luego nadie ha dicho que será sencillo que los objetivos se alcancen, sobre todo porque requiere de mucha dedicación de los maestros y más presupuesto del Gobierno Federal, elementos que siempre son limitados, sobre todo el asunto de los recursos lo que no lleva a subrayar aquella máxima de que, Reforma Legislativa cualquiera que sea su naturaleza que no está respaldada por presupuesto, no es reforma, es sólo intención de hacer algo y no hacerlo.
Para ilustrar esto de las Reformas, cuando surgen las ideas y se convierte en iniciativas a los que quieren cambios, que pueden ser desde los ciudadanos, los propios Legisladores o las autoridades, se les ocurren mil cosas que luego cuestan un dineral y resulta que jamás pensaron como meterlo al presupuesto para que, lo previsto en las nuevas leyes pueda cumplirse.
En materia educativa llama mucho la atención que la Reforma del Presidente Enrique Peña Nieto, dio margen a la creación de los Centros Regionales de capacitación para el Magisterio, que tardaron en edificarse, pero, ya existen, aunque no funcionan como se esperaba, porque no se ha cancelado la existente Universidad Pedagógica Nacional, a la cual ingresan los maestros cuando quieren mejorar su nivel de conocimientos.
Respecto a los niños en la casa, porque todavía están de vacaciones y las clases comenzarán hasta la semana que viene, hay referencias de los padres en el sentido de que ya quieren estar en la escuela, pero, de inmediato recuerdan que, cuando tienen que ir a clase, lo último que quieren hacer es levantarse temprano para estar listos e ir con entusiasmo del mundo a recibir las enseñanzas de sus maestros.
Es, como alguien dijo, el pleito de todos los días y lo ha sido de muchas generaciones. Lo importante es que el ciclo 2017-2018 ya casi llega, es más las actividades en muchas escuelas estarán al cien en esta semana, porque directivos y maestros tienen que preparar el escenario escolar para el retorno de los estudiantes a sus aulas.
Como todos los años crece la cantidad de alumnos que entraran a todos los niveles de la educación básica y que hasta donde se sabe es mayor a la que egresan al término del ciclo escolar, ello debido a la deserción, cuyo indicador se supone que ha mejorado en los últimos 10 años.
Por lo que hace al modelo educativo del que tanto se ha hablado por parte de las autoridades, pero, del que no quieren hablar los maestros que lo aplicarán, está claro que no contempla las mismas materias del ciclo anterior, con la diferencia de que algunos contenidos se actualizaron y habrá una manera distinta de impartir las clases y planear las estrategias para que el aprendizaje pueda mejorar.
Se supone que esta semana se entregará a los docentes la versión final de los contenidos de cada materia, pero la introducción y la argumentación del modelo educativo, presentan pocos cambios, en el entendido de que los ajustes tienen quée ver con los temarios de cada asignatura.
Habrá que poner atención en los enfoques de la enseñanza, porque, en el caso de computación, ya no se les dirá a los alumnos cómo manejar la computadora y los paquetes del Office, ahora para lograr mejores resultados, los maestros trabajarán sobre el uso de entornos virtuales, la internet, la forma de acceder a la información, para que los niños puedan identificar aquella información de valor y desechen la que no cumple con el criterio formativo.
El nuevo modelo educativo da prioridad al trabajo de comprensión, para que los alumnos entiendan lo que leen y puedan expresarse de mejor forma y con información suficiente, porque sólo así el lenguaje tendrá un nivel más alto.
Bajo esta premisa, el cambio que viene a partir del ciclo escolar de este año, tiene su fundamento en que los maestros ya no se centrarán en la enseñanza sino en el aprendizaje de los alumnos, cosa que tiene qué ver con el nuevo contexto tecnológico, es decir, se podrán usar las herramientas que hay a la mano para lograr que el nivel de conocimientos sea más amplio. No se refiere a las redes sociales de manera puntual, pero, si éstas son una de las formas mediante las cuales los jóvenes obtienen la mayor parte de la información que procesan, a lo mejor tendríamos que pensar en ellas, para lograr que tengan información suficiente y de calidad.
En el modelo educativo, está la mano de muchos especialistas, docentes, hasta de padres de familia y personas de la sociedad civil, lo que requirió que la información se sistematizara a través del Centro de Investigación y Docencia Económicas, CIDE, por ello en cada asignatura que se imparta, hay mejoría en los contenidos.
Los expertos creen que el modelo del que tanto ha hablado el Secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, no dará resultados de la noche a la mañana, porque su adopción será gradual, aunque, lo que no podemos dejar de lado es que hay prisa de las autoridades federales, para que la Reforma Educativa pueda consolidarse ya que hay dudas y rechazos hasta de quienes tienen que aplicarlo, porque les pagaran para eso, nos referimos a los maestros.
Nosotros creemos que el modelo funcionará mejor en el momento que cada quien haga la parte que le corresponde, que la SEP aporte más recursos para remodelar la infraestructura educativa y ampliarla, pagar mejor a los maestros, establecer canales de otro tipo de comunicación con el Sindicato de Maestros, para evitar presiones, que los alumnos cambien y estudien y que los padres de familia respalden a los maestros.