Raúl Terrazas
04/08/17
El ahorro en tiempos de crisis
Ahora que las cosas están tan apretadas en la economía familiar y que, todo mundo tiene enfrente la inversión necesaria para que los niños y jóvenes estén de nuevo en las escuelas, tocar el tema de invertirle al futuro, es decir, al ahorro, sería ilógico, sin embargo, decían los mexicanos de las generaciones anteriores que ahorrar es la base de ese futuro.
Según un estudio realizado por la empresa de opinión de Roy Campos, uno de cada tres mexicanos señala que nunca tiene dinero para invertirle al futuro, es decir, no le sobra para eso.
En caso de un excedente, el 30 por ciento de los entrevistados dice que lo guarda para emergencias, el 14 por ciento lo usa para el pago de deudas, casi un ocho por ciento lo destina a comprar cosas a las que les trae ganas desde hace tiempo y un 4.3 lo destina a diversión, es decir, viajes, paseos y ferias.
También, el 2.3 por ciento dedica parte de lo que puede sobrarle a ayudar a familiares y el 1.1 por ciento ayuda a otras personas, sin embargo, el 5.6 por ciento, no contestó a las preguntas sobre este tema.
Al inicio de esta semana, pudo observarse que las tiendas comerciales se alistaron en serio para vender útiles escolares a como dé lugar, por ello, en las tiendas de autoservicio, pueden encontrarse exhibidores con este tipo de productos hasta en las áreas de frutas, verduras y cárnicos, para que, mientras los padres de familia que acuden a realizar compras y llevan a sus hijos, éstos comiencen a echar en los carritos los cuadernos, sacapuntas y colores que requieren para el inicio de clases, pautado para dentro de dos semanas.
La verdad es que, en un año con inflación por arriba de lo estimado desde las instituciones financieras del país y que según los economistas independientes, se debe al aumento en los precios de los combustibles, que se dio a partir del primer minuto de enero pasado, es difícil que alguien pueda pensar en el ahorro para generar garantías a sus familias.
Si casi el 35 por ciento de los mexicanos dicen que no les queda para ahorrar, esto se manifiesta más en las personas de nivel socioeconómico bajo, porque al 46.4 por ciento de ellos, no les queda ni para los chicles. Del nivel socioeconómico medio, casi al 30 por ciento no le queda para ahorrar, mientras que a los de alto nivel, a un 17 por ciento no le sobra.
Para evitar abusos en la comercialización de los artículos escolares, la Procuraduría Federal del Consumidor, tiene listas las acciones de vigilancia en los establecimientos que se dedican a ello, solo que, los funcionarios deben de recibir las denuncias de los padres de familia para actuar, no bastan las palabras al aire de que los precios se fueron por las nubes, deben denunciarlo ante la dependencia, para que pueda procederse en contra de las tiendas que aprovechan la situación para tratar de tener mayores ganancias.
Hay un factor del que poco se habla cuando se trata de comprender porque casi la mitad de los de nivel socioeconómico bajo y una buena parte de los de nivel medio no tienen sobrantes de dinero para ahorrar, resulta que invirtieron en un vehículo americano y le apostaron a la protección que otorgan organizaciones sociales, pero, no contaron con que la unidad requiere todos los días de gasolina y mantenimiento, por tanto, infinidad de personas se quedan sin recursos para prever las necesidades inmediatas.
Lo que si se encontró en el estudio de Roy Campos, sobre el ahorro, es que hay cambios de hábitos, por ejemplo, en el 2004, casi el 44 por ciento de las personas dijeron que guardaban el dinero en sus domicilios y en este 2017 solo lo hacen el 34 por ciento.
También bajó la costumbre de participar en tandas, hace 13 años, el 28 por ciento lo hacía, ahora solo el 20 por ciento.
Quienes ahorran en los bancos, son la misma cantidad, es decir, el 18 por ciento en ese mismo período de 13 años y el porcentaje es similar para quien compran moneda extranjera como garantía de ahorro, el 2.9 por ciento, sin embargo, apareció en este año la modalidad de ahorrar en cajas especializadas y casi el nueve por ciento de los que respondieron al ejercicio de opinión dijeron que acude a ese tipo de instituciones.
Ahora bien, quienes ahorran en los bancos, obvio, los del nivel socioeconómico alto, en un 44.8 por ciento, quienes son los que compran dólares y otro tipo de moneda extranjera, los de nivel alto y quienes son los que más participan en tandas, obvio, no los de nivel alto, sino los de nivel medio y bajo, 25 y 19 por ciento de manera respectiva.
En el contexto nacional, así como al 35 por ciento de las personas nunca les sobra dinero, el 18 por ciento ahorra en bancos, el 21 por ciento participa en tandas y casi el tres por ciento compra dólares para ganar dinero, en el entendido de que, quienes más buscan el billete verde, son los que viven en el noreste y noroeste del país.
El ahorro en tiempos de crisis se antoja muy difícil, pero, no podemos dejar de pensar en el futuro, sobre todo, si recodamos a los abuelos, quienes siempre decía a sus hijos y a sus nietos, que ahorrasen para que tuvieran una vida mejor que la de ellos.
Desde luego, ya no sabemos si esto se logró o los abuelos vivieron mejor que sus descendientes, ubicados cada quien en su época, porque cualquiera puede decir que ahora es mejor debido a la incorporación de las tecnologías en la vida de las personas.
Ahora bien, si alguien tuvo la precaución de hacer un guardadito para después de las vacaciones de verano y hacer frente a la imperiosa necesidad de adquirir los útiles escolares, uniformes y calzado, habrá que decirle que ya está del otro lado, pero, a los que no lo hicieron, el pago de las aportaciones a las escuelas disfrazadas de inscripciones, los dejará temblando.
Lo admirable es que las cosas se resuelven, salen y aunque con deudas en lugar de ahorros, los niños y jóvenes estarán en el lugar que les corresponde dentro del sistema educativo, prestos para sacar adelante el año escolar que comienza en este mes y termina en julio del 2018.