Raúl Terrazas Barraza
25/06/2017
Urge invertir en las escuelas
Por aquello de que hay cosas a considerar ante la puesta en marcha de un nuevo modelo educativo para la entidad, vale la pena voltear en todas direcciones para ver lo que sucede.
El modelo nacional que pretende transformar la educación se basa que la escuela esté al centro de la acción, lo que implica dotarla de más autonomía de gestión, un nuevo planteamiento curricular, apuesta por la formación y desarrollo profesional del docente, maneja la inclusión y la equidad, frente a un ejercicio de gobernanza en el sistema educativo.
Los cinco factores aplican para todo el país, de manera que, el modelo a desarrollar por el equipo de trabajo del secretario estatal, Héctor Escobar Salazar, tiene que superar las expectativas, bajo la premisa de que, la educación básica debe mejorar en todos los sentidos, comenzando con la obligatoriedad de ella y analizar cada elemento que pueda considerarse como obstáculo para alcanzar la ansiada calidad de la educación.
Hay muchos datos a favor de la tarea educativa, por ejemplo, el aumento de la cantidad de niños de seis a 14 años que asisten a la escuela, porque en el quinquenio del 2010 al 2015, pasó de 94.7 al 96.2 por ciento, aunque la cifra tiene que revisarse para efectos del modelo estatal, ya que, no es homogénea en todo el país de acuerdo a la información del INEGI.
En una tabla de porcentajes en intervalos, Tamaulipas se ubica a la mitad, ya que las entidades con mayor porcentaje de alumnos de seis a 14 años que estudia, corresponden a Yucatán, San Luis Potosí, Nuevo León, Querétaro, Hidalgo, la Ciudad de México, Sinaloa y Baja California sur, en tanto que, los que están por debajo de Tamaulipas son Chihuahua, Jalisco, Veracruz, Guanajuato, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Campeche y Puebla.
Cómo intermedios en la tabla y junto con los estudiantes tamaulipecos, están los de Zacatecas, Coahuila, Durango, Sonora, Nayarit, Aguascalientes, Tlaxcala, Tabasco y Quintana Roo.
El modelo educativo que deberá estrenarse en el ciclo escolar que viene, dado que el actual está de salida, debe tomar en cuenta que la entidad se encuentra por encima de la media nacional respecto al promedio de estudios en las personas de más de 15 años. Para el país es de 9.1 años, es decir, arribita de la secundaria y en Tamaulipas es 9.4 años, apenas una rayita.
Cuáles serán los puntos básicos del nuevo esquema educativo en Tamaulipas, es, por mucho la gran incógnita con la que se quedan los padres de familia al finalizar el ciclo escolar.
Obvio, por la confianza que la población de la entidad tiene en los compromisos que hizo el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca el año pasado y cuándo tomó las riendas de la entidad, tras ganar las elecciones de junio de 2016, son la garantía de padres de familia para que la educación en la entidad mejore su aceleración para el logro de la calidad educativa.
Además, que los egresados de todos los niveles, para la escalada de los mismos, hasta llegar a la educación profesional, sean mejores estudiantes y profesionistas más preparados para cumplir con la parte que a cada uno le toca en la construcción socioeconómica de Tamaulipas.
Cada línea de acción tiene que impactar en la calidad de la educación, quizá a ello se debe la expectativa que hay por el modelo educativo de la entidad y, aunque la estructura para los responsables de impartir la educación y de quienes deben hacer que se cumpla con lo previsto en la Constitución a través de los recursos humanos y materiales indispensables, también las autoridades esperan la colaboración de los beneficiarios indirectos, es decir, los padres de familia, que están subidos en esa estructura como miembros de los Consejos Escolares.
Se supone que la coordinación se fortalecerá para incidir en factores tan elementales como la redefinición de presupuestos para que la infraestructura educativa esté a la altura de las necesidades de los nuevos modelos para la enseñanza en el nivel básico, que, dicho sea de paso, comprende ya hasta la preparatoria.
Incluso, debemos de familiarizarnos ya con un lenguaje diferente, si se quiere que la educación cambié de imagen y de perspectiva, para hablar de sustitución de edificios que ya cumplieron con su vida útil y deben de eliminarse, para dar paso a lo nuevo.
Es indispensable que se consideren frases como, destinar recursos para el mantenimiento de edificios, módulos de talleres, aulas, auditorios, bibliotecas y sobre todos de equipos tecnológicos y que el acceso a las redes de comunicación deje de ser un mito, para que se haga realidad.
De la misma manera que los alumnos, crezcan con la idea de que las computadoras en las escuelas sirven para estudiar, investigar, hacer trabajos con mayor facilidad y no que pasen de un nivel educativo a otro con la idea de que los equipos no sirven porque siempre están tapados o metidos en sus fundas ya que las conexiones jamás coincidieron con el tipo de equipos existentes.
Porque nunca vieron que las computadoras sirven para estudiar, los alumnos consideran su uso como algo furtivo, de ahí.
Para que haya calidad en la educación, dicho por padres de familia y desde luego los maestros, hay que destinar presupuesto para mantenimiento, rehabilitación y modernización.
En el rubro de mantenimiento, tienen que incluirse artículos de limpieza e higiene, refacciones y reparación de todo tipo de daños menores que, cómo no se arreglan terminan por convertirse en situaciones de riesgo para la población escolar. Hablamos de tinacos en desuso, tuberías dañadas por las que se desperdician miles de litros de agua, pavimentos con elevaciones debidos a las raíces de los árboles, vidrios rotos de manera continua, salones llenos de artículos inservibles que no pueden eliminarse porque no hay recursos para combustible o para pagar a particulares que puedan retirar los cacharros.
Además, queda claro que los recursos obtenidos por las actividades que llevan a cabo los padres de familia, como los dividendos de las cafeterías, rifas, eventos cívicos, culturales y espectáculos, jamás serán usados en el mantenimiento de las Instituciones, aunque esté escrito que para eso se trabaja, de ahí la urgencia para establecer un rubro presupuestal que impacte en mejores edificios para elevar la calidad de la educación.
El Centro Regional de Desarrollo Profesional del Magisterio que funciona en esta capital, es un inmueble de primera, del cual deben de egresar maestros de primera cuando se hayan capacitado allí. Porque no pensar que las escuelas deben de tener una connotación similar.