Raúl Terrazas
13/06/17
Los pendientes de la democracia
En el Instituto Nacional Electoral estuvo el catedrático de la Universidad de Sidney, Australia, John Keane para dictar una conferencia sobre la breve Historia del Futuro de las Elecciones y, entre otras cosas dijo que en las democracias actuales, hay cada vez más brechas entre ricos y pobres, que el capitalismo democrático está frágil, decrece su popularidad y se requiere de una nueva forma de hacer política para lidiar con este tipo de situaciones.
Consideró además que en esa generación se ha desarrollado la democracia monitoreada, lo que equivale a señalar que los procesos electorales se llevan a cabo en medio de un monitoreo permanente, por eso subrayó que en materia de elección hay un doble desafío, nutrir las elecciones libres y justas y extender el derecho al voto, mediante el fortalecimiento de las instituciones de monitoreo más allá de los ciclos electorales.
La conferencia que fue seguida por todos todo tipo de medios, contó con todo tipo de públicos y, hay que decirlo, lo relevante es que el Instituto Nacional Electoral, no está cruzado de brazos después de que cumple con su responsabilidad de organizar la elecciones, le entra, porque así lo consideran los consejeros, a poner sobre la mesa temas sencillos, complicados o que son tabú.
El investigador australiano, ubicó seis tendencias que debemos seguir para entender el futuro de las democracias, el desencanto público de las elecciones, la democracia monitoreada, la existencia de campañas permanente, el desafecto de los ciudadanos, dinero oscuro y capitalismo y elecciones sin democracia.
Que podamos encontrar efectos en nuestro país, quizá dos son los que más pesan, el desencanto público de las elecciones y el desafecto de los ciudadanos.
Obvio, si se tratase de encontrar responsables para estos dos puntos, tendríamos que pensar en los partidos políticos y subrayar de nuevo que en los últimos tiempos todos apreciamos una separación de los ciudadanos con los partidos políticos.
Recordemos que al medirse la confianza de los mexicanos en las instituciones, los por librados son los partidos políticos que, como los policías y los políticos es en los que confían.
El desencanto del que habla el profesor Keane para las elecciones, afecta a las democracias y propicia impactos negativos de la sociedad como un sentimiento anti elección que en la práctica da la pauta para que los ciudadanos den la espalda a las votaciones, algo que ya vimos aquí, cuando los ciudadanos pretendieron que las boletas fueran cruzadas de muchas formas para que voto se anulara o bien, usar ese tipo de documentos para expresar la inconformidad hacia los políticos.
También a raíz del desencanto por las elecciones el investigador considera que debe llevarse a cabo la renovación de las elecciones libres y justas como corazón y alma de la democracia, esto quiere decir, que hay muchas cosas que deben de cambiarse, para lograr que los ciudadanos se interesen de nuevo en los procesos democráticos para elegir a los gobernantes que deben tener.
El tercer punto del impacto que deja la pérdida de credibilidad de los ciudadanos en las elecciones, es la democracia monitoreada, es decir, que muchos estén pendientes de la forma en que se desarrollan las elecciones, para cuidar que se cumpla con la ley, en un escenario donde los menos interesados en participar son los que pueden depositar su voto en las urnas y con el decidir sobre el futuro de las naciones.
En lo que no hay desacuerdo según Keane, es que, las elecciones libres, justas y no corrompidas son importantes para la democracia, desde el momento, si los ciudadanos no votan, si los partidos políticos no apoyan los sistemas de elecciones, si no hay comisiones electorales, entonces el acceso de los ciudadanos a la representación en los poderes de gobierno se pierde.
Su propuesta para que esto mejore, es que entre todos los actores de la democracia, se cuide al extremo la integridad de las elecciones y que al mismo tiempo la sociedad desarrolle mecanismos para el monitoreo de sus instituciones electorales y realice un escrutinio constante del poder ejercido y no sólo durante los comicios.
En esto último tiene toda la razón del mundo, porque el voto que los ciudadanos dan a partidos y candidatos, debe de entenderse como una valoración de lo hecho desde los cargos públicos, pero, no un castigo basado en las apreciaciones que surgen al calor de la competencia electoral, ya que eso confunde a los ciudadanos.
Ahora bien, de lo que sucede en las democracias del mundo, México no está exento, la pérdida de credibilidad en los partidos y los políticos, entre otras cosas porque en materia de compromisos, los ciudadanos sienten que les fallaron y que elección tras elección llegan unos y otros hasta ellos para pedirles que voten, para lo que renuevan compromisos y una vez que ganan, se olvidan de compromisos y de votantes, de ahí que el desencanto ciudadano afecte de sobremanera a las democracias del mundo.
Así las cosas, los pendientes o pasivos de la democracia están allí, inamovibles porque los políticos que usaron el voto y los partidos, pasaron a otro nivel de actuación, pero, cerraron las puertas al público que votó por ellos y decidieron crear un nuevo círculo de acción en el que hay nuevos actores, quienes en la mayoría de los casos ni siquiera saben que existe la palabra democracia o con que se come.
Además, lo dijo el presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, cuando echó a andar la conferencia del doctor John Keane, muchos de los temas y problemas de la democracia, se deben a la insatisfacción hacia el proceso, cuando de manera eventual es un lío de políticas públicas, por tanto, la insatisfacción con la democracia, en términos de apreciación pública en proporcional en forma directa a las promesas incumplidas por los actores de la democracia.
Exteriorizado en palabras coloquiales y con ejemplos claros, partidos y políticos se comprometieron a pavimentar una calle si votaban por ellos, los ciudadanos, lo hicieron, los políticos llegaron a sus cargos y seis años después llegan al mismo lugar y se enfrentan a los reclamos de los ciudadanos porque el pavimento nunca llegó, se hace el mismo compromiso, la gente cumplió, pero, los políticos y los partidos no, así que, si aplicamos un 10 por ciento de desencanto por la democracia a cada elección en la que esto sucede, lo que tendremos a la vuelta de 17 años, durante que se han realizado 12 elecciones entre federales y locales en Tamaulipas, es un desencanto mayúsculo.