Opinión
Gaceta
Raúl Terrazas
9/04/15
Voto duro, voto ligero
Ya en campaña como andan los candidatos de todos los partidos, bueno, aunque los hay que todavía no saben que hacer con el paquete que aceptaron institutos nuevos o minoritarios, hay cosas que no debemos perder de vista para los comicios del siete de junio venidero.
Por ejemplo, el resultado de un estudio del victorense Francisco Abundis, en el que se habla de un desplome del llamado voto duro de los partidos y que, en algún tiempo representó la fortaleza partidista y ahora resulta que es voto ligero, que ya no pesa.
La consulta con los ciudadanos establece que el crecimiento del voto apartidista o independiente es alto porque anda en 47 puntos de intención contra 26 que tuvo en julio del 2012, fecha en que estaba por debajo del voto duro del PRI ubicado en casi el 30 por ciento.
Son los panistas los que mantienen una tendencia regular en ese mismo período, ya que, su voto duro era del 18 por ciento y sólo ha caído cuatro puntos, al ubicarse en 14 puntos en la medición del pasado mes de marzo.
El partido que más voto duro perdió es el PRD, que pasó de 19 puntos en julio del 2012 a cinco en la actualidad, es decir, se desplomó en 14 puntos, en tanto que el PRI, con todo y que es el partido mayoritario cayó de 28 a 18 puntos en ese mismo período, con la diferencia de que, en cantidad, el voto duro del PRI se cuenta por millones y los del PRD por miles.
El presidente de la Liga de Comunidades Agrarias de la entidad, ingeniero Florentino Sáenz Cobos, afirmó esta semana que el voto verde, es decir, el de los hombres del campo, es garantía de triunfo y la balanza fiel para que en los ochos distritos electorales de la entidad, los candidatos del tricolor puedan ganar las elecciones.
Había mucho de cierto en la afirmación del líder agrario, porque elecciones federales o locales se ganaban con los votos de las urnas que llegaban de los secciones rurales. Muchos conocimos de derrotas urbanas de candidatos del PRI y de sus triunfos generales cuando la fortaleza del voto verde se convertía en el fiel de la balanza.
Solo esperemos que el voto duro del PRI, disminuido como lo señala el estudio del victorense Abundis, deje mal parados a los dirigentes de los sectores que cree que la fidelidad de los ciudadanos a su partido es automática, de manera tal que, vale la pena considerar el acercamiento de los candidatos a los grupos de ciudadanos que por su identidad con el PRI votan siempre por él.
El alto porcentaje de votos no duros, es decir, el de los indecisos, deja en claro que el campo de acción para partidos y candidatos es muy grande, bajo la premisa de que, la fórmula para el triunfo es la suma del voto duro con los obtenidos vía convencimiento de los ciudadanos por los candidatos mediante las campañas proselitistas que tienen en marcha desde el domingo pasado.
Desde nuestra perspectiva, el voto duro de los partidos debe ser directamente proporcional a la estructura que tiene y, si de eso se trata, son los priístas los que pueden incrementar la votación para su causa.
La razón, muy sencillo, el presidente del comité estatal del PRI, Rafael González Benavides dijo hace unos días que los sectores y organizaciones del PRI se renovaron, actualizaron y se mueven en torno a una estrategia para garantizar altos porcentajes votación.
Organizaciones priístas hablan de aportaciones de votos por miles, como es el caso de la Red de Jóvenes por México, que busca allegar a los candidatos más de 35 mil votos.
Muchos más tendrían que ser los de la Organización de Mujeres del PRI, en el entendido de que son ellas las que más votan en las elecciones y las que más participan en las campañas de los candidatos, sin perder de vista que en estas elecciones federales para legisladores tienen compromiso al doble, ya que, la equidad de género cumple con los preceptos de ley, de manera que son más féminas las que buscan cargos electorales.
Las causas por las que el voto duro de los partidos se cae, son diversas. Analizarlas implicaría un estudio de fondo con la militancia, sin embargo, en casos como el del PRD pueden entenderse con facilidad si pensamos en que una parte considerable de ese tipo de votos son de Andrés López Obrador y se fueron del PRD al Partido Movimiento de Regeneración Nacional, que es propiedad del político tabasqueño.
Si se trata del PRI, lo más probable es que se pierdan por el cuestionamiento a los gobiernos emanados de él y que hacen los partidos de oposición o debido a los acontecimiento que ocupan la agenda mediática por muchos meses y en los cuales las autoridades pierden puntos.
Lo que también creemos es que, la pérdida del voto duro tiene que ver con el abandono de los conceptos ideológicos en los partidos políticos, ya que, en la época actual, la preocupación por ese elemento es menor. Prolifera más lo circunstancial.
Ahora bien, si agregamos la volatilidad doctrinaria de los políticos, el desplome del voto duro es justificable, sólo por citar un ejemplo, que calidad ideológica puede tener una persona como el zacatecano Ricardo Monreal Ávila, que dejó el PRI para irse al PRD, luego se pasó al Partido del Trabajo y ahora anda en el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, en calidad de candidato a la Jefatura de la Delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México.
El voto duro hay que fortalecer con acciones ideológicas y el cumplimiento de los compromisos contraídos por los políticos.
Los otros
Hasta Tula, la ciudad gobernada por Juan Andrés Díaz Cruz, tuvo lo suyo en esta temporada de vacaciones, porque en calidad de Pueblo Mágico que es, recibió varios miles de turistas, más de 26 mil, según las cifras de la Secretaría estatal del ramo, situación que generó una alta ocupación hotelera, situación que hace tiempo no sucedía.
Ya que andamos en asuntos de secretarías estatales, en la del Trabajo que tiene a su cargo el licenciado Rolando Guevara González, se tienen resultados positivos del nuevo esquema de conciliación que se lleva a cabo entre patrones y trabajadores, porque de enero a marzo de este año, se sacaron adelante acuerdos en unos seis centenares de asuntos planteados ante la autoridad laboral.
Por su lado el Gobernador de la entidad, ingeniero Egidio Torres Cantú, estuvo en la Ciudad de México para buscar acuerdos relacionados al sector agropecuario con el titular de la SAGARPA, Enrique Martínez y Martínez. Se supone que los recursos para el campo están asegurados y que allí no se valdrá eso de que hay recorte, ya que, en este sexenio es cuando los campesinos verían la suya, luego de 12 años de sequía de recursos generada por la antipatía que los panistas tenían por el sector rural.
El delegado de la SAGARPA, ingeniero Eduardo Mancilla Gómez, está obligado a potencializar los recursos para los productores agropecuarios de la entidad.