Gaceta

Raúl Terrazas

21/12/16

El gran compromiso de Osorio Chong.

Para que un plan, estrategia o intensión sea creíble hay que soportarlo muy bien, ya que en estos tiempos los ciudadanos están más escépticos que nunca.
Incluso, sobre cualquier elemento es muy fácil detectar que el nivel de exigencia conjuga necesidades, reclamos, advertencias, hartazgo, desesperación, impotencia y decepción, pero, conserva de manera extraña la esperanza de que las cosas cambien.
Máxime si este elemento es la seguridad, tema que fue tratado de cara a cara entre autoridades federales y estatales con la sociedad civil de Tamaulipas, en función obvio, de la esperanza.
De los dos lados hay buenas intensiones, la Federación quiere avanzar más rápido y el Estado busca trabajar para dar los resultados comprometidos con los ciudadanos desde las campañas proselitistas de este año, mismas que concluyeron con el triunfo del Partido Acción Nacional frente al Revolucionario Institucional.
Los términos negativos de la seguridad como decepción y hartazgo, que ha exteriorizado la ciudadanía, tienen una relación directa con la sensación que hay en todos los estratos de la población sobre los acontecimientos en que se ven envueltas cientos de familias.
Aún así, hay que escuchar a los responsables de los planes y estrategias, para que cada acción que se agregue genere credibilidad, por ejemplo, todo mundo quisiera que en ocasión de las fiestas de la Navidad y el año nuevo, los hechos que empañan a la sociedad no existiesen.
Sí podrán contenerse, si la vigilancia en los tramos carreteros de todas las regiones de la entidad, se hace al cien por ciento, también será posible si los ciudadanos denuncian cualquier situación anómala en las comunidades y colaboran de forma abierta con las autoridades.
Y es que, en la reunión de trabajo con empresarios y representantes de la sociedad civil que hubo al inicio de la semana ante la presencia del secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong y el Gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, se habló de esa fusión de partes, aunque todos sabemos que debe de cantearse más a las autoridades, porque son los responsables de velar por la seguridad.
El funcionario federal sostuvo que hay la disposición abierta del Gobierno para respaldar a Tamaulipas, tierra en la que hay avances, aunque insuficientes para responder al reclamo, la necesidad y la advertencia de un hasta aquí realizado por los ciudadanos de todas las regiones, en especial la de Victoria, donde muchos empresarios han visto con impotencia lo acontecido a lo largo del año a compañeros suyos.
Lo que venga a partir de enero del 2017 para abonar a la estrategia de seguridad, debe ser muy creíble, bien desmenuzado y que a ojos de todos genere resultados que sirvan para recuperar la tranquilidad de la población.
El compromiso del Gobierno de la República quedó bien claro para la sociedad civil que se reunió el lunes pasado con Osorio Chong y, bajo la premisa de la esperanza y porque no, hasta de fe, quedémonos en el supuesto de que viviremos mejores tiempos, al menos esa sensación dejó a su paso por Tamaulipas, el Secretario de Gobernación.
Eso sí, separemos el compromiso de lo político, por aquello de que, hay quienes piensan que parte del diálogo directo que tiene con los ciudadanos responde a sus aspiraciones como precandidato presidencial de su partido a la sucesión del 2018, sobre todo, porque el diálogo tuvo un solo objetivo, la seguridad de la población.
Por cierto, recién desempacado de Tamaulipas, el titular de Gobernación condujo la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública que se llevó a cabo el martes en la capital del país y presidida por el licenciado Enrique Peña Nieto, titular del Poder Ejecutivo Federal.
Desde luego, estuvieron los gobernadores de todas las entidades del país, Legisladores Federales y representantes de la sociedad civil, ante quienes el inquilino de Los Pinos dijo que se mantendrá el trabajo conjunto a favor de la paz en México y destacó que es el momento de redoblar el paso, enriquecer lo que se ha avanzado y consolidad una política pública en materia de prevención social de la violencia.

Los otros
El responsable de la COMAPA de Victoria, Gustavo Rivera Rodríguez, tiene la encomienda de mejorar el servicio en todos los aspectos y desde luego mejorar los números en cuánto a cobro por el agua.
El organismo operador local, no es de los que tienen grandes rezagos, pero, de que los hay los hay y, lo peor es que infinidad de personas que se escudan en cualquier pretexto para evitar los pagos, en especial a lo plasmado en la Ley de que no pueden dejarlos sin servicio de agua, porque atenta contra la condición humana de los ciudadanos.
Lo cierto es que una cosa es deber el agua y otra muy diferente abusar de la institución, porque no es de las que lleva los pleitos en forma jurídica y a fondo.
El asunto es que COMAPA requiere de inversiones para ampliar redes y rehabilitar muchas de las ya existentes y no habrá de lograrlo a expensas de no pagar a CONAGUA los compromisos contraídos ya sea por la extracción del vital líquido de pozos o de la presa o bien mediante el respaldo de programas federales, lo fundamental es generar un escenario positivo, en el que cada quien cumpla con la parte que le corresponde.
Quizá sea necesario poner los puntos sobre las íes y que los ciudadanos sepan la realidad de las finanzas del organismo operador, porque si bien es cierto que el abasto de agua potable es bueno desde hace mucho tiempo, también lo es que pude ser mejor bajo la premisa del cumplimiento en los pagos por el consumo del vital líquido.
Antes de que se nos pase, le diremos que la Secretaria General del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Tamaulipas, Blanca Valles Rodríguez, está bien respaldada por las bases de su organización.
Las posibilidad de que el Diputado Federal de Río Bravo, Edgardo Melhem Salinas pueda ser el as bajo la manga que se destape cuando llegue el momento de la renovación del comité estatal del PRI, se mantiene al cien por cien, el asunto es que no puede propagarlo a los cuatro vientos, tiene que guardárselo y no comentarlo con nadie, porque «del plato a la boca se cae la sopa».