GACETA

Raúl Terrazas Barraza

11/12/2016

El Fondo de Fronteridad

Desde la perspectiva de los Gobernadores fronterizos del norte del país, la repatriación de migrantes mexicanos esperada cuando inicie la administración de Donald Trump en los Estados Unidos, obliga a revisar la situación mucho más allá de la urgencia de empleos en esa región y llega hasta la revisión de las políticas de Coordinación Fiscal que hay entre ellos y el Gobierno de la República.
Por lo pronto en la mesa de trabajo que llevaron a cabo los mandatarios de Baja California, Francisco Vega de la Madrid; Javier Corral Jurado, de Chihuahua; Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León, y Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, se construyó una alianza a partir de la cual los temas de migración se verán de manera integral.
Ello en el entendido de que las ciudades de la faja fronteriza deben de mejorar su infraestructura urbana y ofrecer alternativas de empleo, vivienda y atención asistencial a miles de migrantes que, por una eventualidad podrían ser deportados y quedarse en esos sitios en espera de estar de nuevo en el vecino país, para recuperar su condición laboral.
Desde siempre, en las ciudades de Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros es sencillo encontrarse con personas que llegaron de muchas entidades del país, pero, también de países centroamericanos y del Caribe que viven allí con trabajos de mientras, porque viven con la esperanza del afamado sueño gringo que creen que les resolverá la vida.
Dominicanos, cubanos, hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, tienen empleo hasta en dependencias de gobierno, porque, como son bien chambeadores, no falta quien los invitó para que mediante contratos baratos se incorporen a actividades que tienen que ver con la prestación de servicios públicos de manera especial, incluso, en las empresas privadas, los hay que se dedican a conducir unidades de reparto de mercancías y productos, aunque también colabora en constructoras y desde luego en la industria del turismo, es decir, restaurantes y hoteles.
En la reunión de gobernadores fronterizos brillaron por su ausencia los dos priístas, la de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, y el de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, aunque es seguro que estarán de acuerdo en lo pactado por sus colegas y quizá hasta deban de enviar por redes sociales su posicionamiento sobre los puntos que acordaron en la reciente reunión realizada en Mexicali.
Por cierto, la siguiente sesión del grupo de CONAGO que ve los asuntos de las fronteras, será en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en enero del año que viene, porque quieren concretar los acuerdos para presentarlos en la siguiente reunión de la Conferencia de Gobernadores, en espera de que el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se la juegue con ellos en la búsqueda de soluciones reales para la frontera.
El planteamiento en lo financiero para las entidades del norte es bien sencillo, modificar el modelo vigente de Coordinación Fiscal y el destino de los recursos que lleva a cabo la Federación, porque dejan descobijadas a las entidades que más ingresos generan a la Hacienda Pública y son los que menos entradas tienen de ellos cuando vía la Ley de Coordinación Fiscal se reparte lo que entró.
Los mandatarios saben que el cambio no es sencillo, por eso dejan sobre la mesa la alternativas inmediata, es decir, la creación de un Fondo de Fronteridad, muy parecido al ya existente, pero con recursos tan amplios que permitan atender en forma integral el impacto que generará la eventual deportación de miles de mexicanos y latinos contra quienes las trae Donald Trump.
Además buscarán alianzas con las organizaciones de la sociedad civil de los dos lados de la frontera para tratar de fortalecer los programas y canalizar recursos a acciones directas que tienen que ver con la atención a los migrantes.
A lo mejor vale la pena tener en cuenta que, aunque la deportación de latinos no llegase a suceder, porque la economía de los gringos tiene una alta dependencia de la fuerza que representan los paisanos, el Fondo de Fronteridad que fue planteada en Mexicali, como quiera debe de lograrse y mejor aún la revisión de los acuerdos de Coordinación Fiscal, porque es en ellos donde las entidades que más impuestos generan, son las que menos reciben del Gobierno de la República.

Los otros.
El Dirigente de la CNOP en la entidad, Efraín de León León, quien fuera alcalde de Valle Hermoso, no está anotado entre los posibles prospectos a la dirigencia estatal del PRI, pero, muchos de sus colaboradores y líderes de las organizaciones del sector popular, creen que pueda ser una buena alternativa.
No es el caso de los otros dirigente de los sectores y organizaciones del PRI, porque cada cual anda ocupado en sus proyectos personales, entre los que no está la presidencia del Revolucionario Institucional.
El ingeniero Florentino Sáenz Cobos está en espera de una invitación de su partido, pero, a una candidatura de diputado federal, obvio plurinominal, porque sí quiere llegar a la Cámara de Diputados Federal en el 2018.
En tanto, su homólogo de la Federación de Trabajadores de Tamaulipas, Edmundo García Román, lo único que espera es que las Federaciones Regionales no le retiren el respaldo para mantenerse en el liderazgo obrero, cosa que cada día es más difícil, porque los tiempos generaron el crecimiento de otros compañeros suyos como el reynosense Reynaldo Garza Elizondo, a quien desde hace tiempo consideran como el relevo lógico del actual.
En el caso de las organizaciones del PRI, mujeres y jóvenes, representantes no podrían garantizar que fuesen competitivos y convertirse en líderes del tricolor, nos referimos a la Diputada Susana Hernández Flores y a la ex regidora Mayra Benavides Villafranca.
La primera ocupada en su curul del Congreso del Estado y la segunda sin poderse recuperar todavía de las fallas que tuvo la juventud en las elecciones del pasado mes de junio, ya que, fueron derrotados por sus adversarios juveniles del PAN.

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