Gaceta

Raúl Terrazas

14/11/16

El populismo al 2018

Con el triunfo del gringo Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos la semana pasada, se hace más visible la corriente populista que se instala en los gobiernos de muchos países.
El miércoles anterior, hubo una expresión de una profesionista que nos llamó la atención, cuándo respondió a la preocupación de su compañera al pensar en el candidato republicano como presidente del vecino país y le dijo, palabras más palabras menos, “y espérate, porque eso no es todo, lo que veremos en nuestro país en el 2018 podría ser peor”.
Desde luego se refirió a la candidatura populista que presentará por enésima vez el terco opositor tabasqueño, Andrés López Obrador para buscar la Presidencia de la República a través de su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional.
Como corriente, esa forma de hacer política se ha instalado en naciones como Polonia a través de la organización Derecho y Justicia, en Filipinas con la elección de Rodrigo Duterte como presidente en mayo pasado, en Hungría con Víctor Orban, aunque allí el populismo tiene más del 20 por ciento de espacios políticos.
También se registran avances en Suiza con la Unión Democrática del Centro que tiene una representación casi del 30 por ciento en espacios políticos, la Alternativa por Alemania que casi obtiene el 15 por ciento de representatividad, en Dinamarca con el Partido Popular que controla ya el 21 por ciento de los cargos electorales.
Lo mismo sucede en Francia con la organización populista de Marine Le Pen, que a través del Frente Nacional podría alcanzar de un 26 a un 30 por ciento de apoyo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 2017, según los estudios de opinión realizado en aquella nación. Otro país con avance del 20 por ciento de esa corriente es Bélgica, con la Nueva Alianza Flamenca.
Los comentarios son en el sentido de que hay una ola populista que gana espacios en la política a través de posiciones antiinmigrantes, anti-élites, nacionalistas, de antiglobalización e incluso racismo, misoginia y antisemitismo, factores estos últimos tres que se identificaron a plenitud en la campaña de Donald Trump.
Cuando la compañera de quien lamentaba lo que podrá suceder a México una vez que el republicano llegue a la Casa Blanca de los Estados Unidos y le dijo lo del 2018, claro que pensaba en el escenario populista que podríamos tener si las tendencias de las encuestas mantienen abierta la posibilidad de que Andrés López Obrador compita de tú a tú con los candidatos que presenten el PRI y el PAN.
Todavía queda tiempo para que esos dos partidos se reorganicen en serio y logren penetrar con mayor efectividad en las preferencias de los mexicanos o en definitiva, las puertas del populismo quedarán abiertas, lo que agregaría a México en la lista de las naciones donde ya lo hay.
A muchos meses de distancia de las elecciones presidenciales de México, queda claro que nadie quiere que López Obrador vaya a ganar la Presidencia de la República, situación que se parece a lo que acontecía en los Estados Unidos y que perduró hasta el mero día de las elecciones.
Sin embargo, el hombre populista se dio cuenta de que había un gran mercado para el populismo y frente a otro muy pequeño del conservadurismo, por eso, se mantuvo en la primera línea ya que eso le garantizaba mantenerse con fuerza en el escenario político
Pareciera lógico que con la ola de populismo que hay en el mundo y una corriente viva en la política mexicana desde más de 20 años, lo que sigue López Obrador se engrandezca porque sus competidores no pudieron contrarrestar los efectos sociales que tiene la corriente en la cual se maneja.
Obvio, el tabasqueño no andará tras las fórmulas usadas por Donald Trump ni por lo que hacen los populistas en otras naciones del mundo, él ya tiene su cuento bien hecho, con decir que hasta tiempo obtuvo de la política mexicana para hacerse de su propio partido y manejar desde hace más de tres años que está listo de nuevo para competir por la Presidencia de la República en el entendido de que ya les ganó a los dos partidos mayoritarios en dos elecciones federales diferentes.
Con el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, quiere ir por el triunfo en una sola elección contra los dos partidos políticos, el PRI y el PAN, de manera que la moneda está en el aire y como lo afirmara la compañera a su amiga, “y espérate, porque eso no es todo, lo que veremos en nuestro país en el 2018 podría ser peor”.

Los otros
Se supone que en esta semana, el comité nacional del PRI definirá si aquellos aspirantes a la dirigencia del tricolor en Tamaulipas que se mueven en forma individual como el ex diputado Juan Alonso Camarillo, podrían tener la oportunidad de registrarse para competir por los votos de quienes integran el Consejo Político Estatal.
Recordemos que al menos en esta entidad este tipo de posibilidad se abrió a partir de la apreciación del dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, en el sentido de que, buscarán personas que puedan llegar a los militantes, hablar en forma directa con ellos, entender de las críticas al interior del PRI y manejarlas al exterior, para recuperar la credibilidad ciudadana y llegar con fortaleza a los siguientes procesos electorales.
Alonso Camarillo hizo suyas las palabras del presidente del comité nacional y se dio a la tarea de recorrer la entidad para consultas a los militantes si debe de intervenir en el proceso interno para la designación de quien sustituya al diputado Rafael González Benavides en el PRI estatal y, como obtuvo una respuesta positiva, el riobravense se está listo para cumplir con los criterios que establezca la convocatoria.
Por otro lado, en el asunto de presupuesto 2017 para Tamaulipas, considerado en la autorización global que hizo Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, además del Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, algunos legisladores federales, también señalan que no alcanzará para las necesidades financieras del año que viene, uno de ellos fue el petrolero Esdras Romero Vega.
Solo esperemos que, quienes coincidan con el mandatario estatal, también lo hagan en cuanto a la importancia de buscar que haya más recursos para la ejecución de los programas y obras que Tamaulipas necesita para crecer y mejorar sus perspectivas económicas.
Los diputados federales también pueden salir al exterior a buscar inversiones para la entidad, si organizan una agenda internacional respaldada por la Cámara de Diputados.

Share Button