Gaceta

Raúl Terrazas

3/10/16

Victoria, 266 años y dos decálogos.

Este jueves se cumplen 266 años de que el Conde de Sierra Gorda, José de Escandón y Helguera, funda la Villa de Santa María de Aguayo.
Este hecho se dio en la segunda incursión que el colonizador realizara dentro del plan de pacificación de la Costa del Seno Mexicano, que después fue nombrado Nuevo Santander y que hoy se llama Tamaulipas.
Ciudad Victoria es tal desde que se optó por darle el nombre del quien fuera el primer Presidente de la República, Don Guadalupe Victoria, quien en realidad se llamó José Miguel Ramón Adaucto Fernández Félix.
Es la capital de Tamaulipas desde hace 191 años, porque en 1825 el Congreso de Tamaulipas que estaba asentado en Viejo Padilla, decreta elevar la Villa de Santa María de Aguayo a la categoría de ciudad e imponerle el nombre que lleva hoy, convirtiéndola además en la sede de los Poderes y la Capital del Estado.
Por cierto, Tamaulipas dejó de llamarse Nuevo Santander, un año antes, cuando el 29 de enero de 1824 el Congreso de la Unión otorgó el nombre oficial de Estado de las Tamaulipas y dos días después lo de Nuevo Santander quedó abolido.
La conmemoración del 266 aniversario de la fundación de esta, que por mucho tiempo fue considerada una ciudad Amable y limpia, tendría que ser en grane, porque hay nuevas autoridades, sin embargo, como acaban de comenzar su gestión, es seguro que echar la casa por la ventana no sea adecuado.
Por cierto, Don Guadalupe Victoria, fue un mexicano que quedó huérfano a corta edad y creció bajo la protección de su tío Agustín Fernández, cura de su tierra natal, Tamazula, Durango y, estudió en el Seminario de aquella entidad norteña y en el Colegio de San Ildefonso de México.
El mejor homenaje será que el alcalde Óscar Almaraz Smer, junto con su equipo de trabajadores comiencen sus actividades desde las cinco de la mañana, para checar que todos los servicios públicos que el municipio debe de otorgar funcionen y resolver todas las peticiones que los ciudadanos hagan llegar al Alcalde y su Cabildo.
Se extrañarán aquellos interesantes artículos que con tanta pasión preparaba el maestro Antonio Maldonado Guzmán, quien fuera uno de los Cronistas de la Ciudad más productivos en eso de la crónica.
También las buenas leyendas que salían de la pluma del doctor Ramón Durón Ruiz, conocido además como el Filósofo de Güemez.
Hay un doble decálogo que se ha consultado con infinidad de ciudadanos respecto a lo que Victoria necesita e manera urgente y en lo que pueden trabajar las nuevas autoridades del municipio, ayudar en lo que se pueda desde el nuevo Gobierno de la entidad, aunque, es un doble decálogo que requiere de la participación de la comunidad en toda la extensión de la palabra participación, porque de otra manera esto no funcionará.
1. Es imperativo un cambio de actitud tanto de las autoridades hacia la población y viceversa, para que bajo una nueva concepción, pueda recuperarse aquella condición de ciudad limpia ciudad amable.
2. De la misma manera, enarbolar la bandera del respeto entre los ciudadanos, los reglamentos, espacios públicos hasta en la forma de conducción de vehículos, en el entendido de que esto último repercutiría en una reducción inmediata de los accidentes de tránsito.
3. Los victorenses quieren que la capital de Tamaulipas deje de ser una ciudad llena de baches y sin cuadrillas de trabajadores municipales que los reparen en forma constante
4. También quieren que deje de ser el basurero de quienes no respetan los reglamentos y avientan la basura hasta por las ventanillas de sus vehículos.
5. Los ciudadanos saben ya que se incorporaron más camiones para la recolección de basura, pero, muchos consideran que todavía no se siente el efecto de la recolección, porque había basura acumulada de días o semanas en Colonias y Ejidos.
6. Todos los victorenses creen que debe trabajarse en un programa de imagen citadina, para que la fisonomía de la capital mejore.
7. Es clamor general que se ponga orden en la circulación vehicular, para que se acabe la mala costumbre de estacionarse en doble o triple fila.
8. Los más creen que ya es el momento de que haya agentes de tránsito en los principales cruceros de la ciudad para que se respeten los semáforos y la velocidad. Esta semana sucedió que en el punto ubicado entre los Bulevares Tamaulipas y López Mateos, estuvieron dos agentes de Tránsito, lo que propició que, como por arte de magia, los que acostumbran a pasarse los semáforos en amarillo o rojo, se contuvieran.
9. Los victorenses pretende que haya un programa para la corrección de las banquetas en el primer cuadro de la ciudad y en toda la ciudad, ya que, una gran cantidad de ella son un riesgo para el tránsito peatonal, lo mismo existen obstrucciones por árboles, troncos, materiales de construcción o basura, lo cual obliga a os transeúntes a caminar sobre la calle y poner en peligro su vida.
10. Los ciudadanos quieren que el alcalde cumpla con lo prometido de tener puertas abiertas para que sus demandas sean escuchadas siempre.
11. Los victorenses están, como de manera vulgar se dice, hasta el queque de los malos olores que se generan en las taquerías que hay en las calles de todos los sectores y sin que puedan reclamar a nadie por temor a represalias.
12. Las personas que viven en esta capital quieren más eventos culturales públicos, ya sea en plazas, escuelas, con la idea de que la dinámica de la ciudad cambie.
15. También están a favor de que el deporte llegue a todas Colonias y Ejidos, para que haya una mayor convivencia entre los habitantes y se aproveche el tiempo en cosas que valgan la pena.
16. Es un clamor general que se multe a los conductores de unidades del transporte público que no respetan ni semáforos ni velocidades bajas en las laterales y que hagan sus paradas para subir y bajar pasaje en los lugares dispuestos para ello, a fin evitar riesgos a los usuarios.
17. Los victorenses quieren que bajo una efectiva coordinación, autoridades y empresarios lleven a cabo una campaña positiva para su ciudad.
18. Algo que pudiera considerarse como obligado, es que se respeten los accesos para personas con capacidades diferentes.
19. Los victorenses quieren que dejen libres las banquetas de la calle Hidalgo y que los troleloteros, aguafresqueros, dulceros y vendedores de frutas operen en las esquinas de infinidad de calles.
20. Los habitantes esperan que se eviten las construcciones comerciales sin la cantidad de estacionamientos requeridos, cosa que solo acatan alguna empresas.

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