Raúl Terrazas Barraza
11/09/2016
Gobernadores, acuerdos y desacuerdos
A unos días de los relevos gubernamentales en 12 entidades del país, existe una radiografía sobre la situación de salida de los mandatarios en la que destaca que Javier Duarte de Ochoa, el de Veracruz, fue el que mayor porcentaje de desacuerdo tuvo respecto a su desempeño con un 72.2 por ciento, seguido por César Duarte Jáquez de Chihuahua con un 65.2 por ciento.
Obvio, a esto se debe que en el escenario nacional de la política sean los dos más cuestionados y a quienes siguen los reflectores porque sus adversarios quieren verles tras las rejas.
En estas dos entidades con muy mala calificación ciudadana desde antes del inicio de las campañas de los que fueron candidatos de todos los partidos y el día de la elección, ni siquiera es necesario establecer las causas por las cuales su partido, el PRI perdió frente al PAN y se generó la alternancia.
Por primera vez en Veracruz y por segunda en Chihuahua, dado que Francisco Barrio Terrazas, fue gobernador por el PAN, allá en los tiempos en que Manuel de Jesús Clouthier era una de las principales figuras de Acción Nacional.
En la elección de junio pasado, hubo situaciones relativas al comportamiento del electorado a la hora de votar, porque es entendible que donde había mala percepción de los mandatarios se perdieran las votaciones, sin embargo, sucedió también en donde la aprobación era alta.
Nos referimos a los casos de Durango y Aguascalientes, donde Jorge Herrera Caldera que acumuló 53.8 puntos a su favor y Carlos Lozano de la Torres con 53.2 puntos, de manera respectiva, perdieron las elecciones frente al PAN.
Después de ellos en aprobación sobre su desempeño para gobernar estuvo el mandatario de Puebla, Rafael Moreno Valle con un 50.8 por ciento, con la diferencia de que este logró conservar el poder estatal para su partido, el PAN.
Veracruz es la única entidad en donde el gobernador electo, anda en son de guerra porque quiere que Duarte de Ochoa se quede en esa entidad, pero, tras las rejas, para que responda por actos inapropiados de su administración.
Las otras dos entidades con bajo porcentaje de aprobación para el trabajo de sus gobernadores, son Tlaxcala y Oaxaca, con 63.8 y 58.7 por ciento, de manera respectiva.
En el primer caso la percepción del mal trabajo del gobernador no fue suficiente para la derrota de su partido, el PRI, porque allí Marco Antonio Mena Rodríguez, candidato de la alianza tricolor ganó.
En Oaxaca, el desacuerdo contra Gabino Cué Monteagudo, hizo que la coalición de opositora por la que llegó a la gubernatura perdiera frente al PRI, que postuló a Alejandro Murat Hinojosa, hijo de un ex mandatario de esa entidad, José Murat.
Por otro lado, en las entidades donde menos porcentaje de desacuerdo hubo contra los gobernadores salientes, a parte de Durango y Aguascalientes fueron Puebla con un 46.2 y Zacatecas con un 48.8 por ciento, en ambos casos los gubernaturas fueron ganadas por los mismos partidos que están instalados allí, es decir, el PAN y el PRI, en forma respectiva.
Las otras cuatro entidades, Hidalgo, Sinaloa, Tamaulipas y Quintana Roo, están a la mitad de la tabla en materia de aprobación respecto al desempeño de sus gobernadores, si el vaso se ve medio lleno y de la misma manera en esa posición, si el vaso se ve desde otra perspectiva, es decir, medio vacío.
El asunto es que dos de ellas fueron ganadas por los partidos que contrario a las actuales administraciones, la Coalición PAN-PRD con Carlos Joaquín González en Quintana Roo y el PAN con Francisco García en Tamaulipas. Las otras dos entidades se mantuvieron para el PRI, Quirino Ordaz Coppel en Sinaloa y Omar Fayad Meneses en Hidalgo.
Lo que la gente consignó en las urnas el cinco de junio anterior, está a punto de materializarse en los cargos de elección popular, porque cada cual que ganó, está a días de entrar en funciones y en cuanto lo hagan, deben responder a la expectativa que generaron a su paso por las precandidaturas y candidaturas que prevén las Leyes Electorales de las entidades.
Como veo doy, es una frase muy escuchada cuando se trata de señalar que una respuesta está en función de lo que se percibe, así el voto en las elecciones pasadas, quienes acudieron a las urnas, como vieron las cosas votaron.
Los otros
La semana que viene entramos a la cuarta etapa de la transición en el gobierno de la entidad, por tanto, aquellos que tienen la representación del gobernador electo, Francisco García, se meterán hasta la cocina de las dependencias para conocer a detalle los recursos materiales y humanos, así como, los relativos a los bienes inmuebles y muebles con que hacen su chamba las secretarias del Gabinete Legal y Ampliado.
La información que hay de ambos lados, es decir, de los que se van y de los que llegan, es que la transición no ha perdido su carácter terso, porque se cumple con los criterios establecidos en el plan trazado.
Por lo que hace a la toma de protesta del gobernador electo, Francisco García, que será en el Congreso del Estado, obligará a los actuales diputados a trabajar con rapidez en los asuntos pendientes, en virtud de los preparativos que se llevarán a cabo para el acto protocolario en el que el ex senador reynosense protestará cumplir y hacer cumplir las leyes de Tamaulipas.
Obvio, esto será asunto de la siguiente Legislatura, porque la actual terminará sus funciones el 30 de septiembre y con la instalación de la que coordinará el ahora diputado electo de Matamoros, Carlos García González, se dará el relevo en el Poder Ejecutivo.
En virtud de que los presidentes municipales, electos por ahora, deben de acudir a la toma de protesta del próximo gobernador, se habla de que la mayoría de ellos tomará posesión de sus cargos el 30 de este mes o en el primer minuto del uno de octubre, para llegar a esta capital investidos como presidentes municipales.
Total, estamos a 19 días de un gran movimiento político en todas direcciones, será un ir y venir de personas y una dificultad extrema para la coincidencia de agendas, de manera que, con el tiempo como factor elemental, lo mandatado por la Ley en cuestión electoral tiene que cumplirse a cabalidad.