Raúl Terrazas Barraza
31/07/2016
Gasolinazo, gancho al hígado a mexicanos
Sería difícil entender que la mayoría de los mexicanos no estuviesen molestos por el nuevo aumento al precio de los combustibles previsto para el primer minuto de agosto.
Tanto el presidente de la República, Enrique Peña Nieto como el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, quisieran que los ciudadanos no chistaran o bien que en un acto de amor a la patria comprendiesen que aumentar los precios de la gasolina y el diesel, son la única forma de enfrentar situaciones financieras complicadas.
Obvio, esto no sucederá jamás, si tomamos en cuenta que la cantidad de centavos que le aumenten, serán eso, alza y pega en el bolsillo de todo mundo. A los que cargan gasolina para trabajar y los que lo hacen para atender asuntos de la familia, les genera un impacto inmediato, porque invertirán más en sus movimientos y no podrán recuperarlo en el mismo lapso, porque lo que vendan variará sus precios a mediano lo largo plazo.
El ejemplo más claro de esto, es el transporte público, actividad en la cual, los concesionarios desembolsan un poco más de dinero, pero, no pueden aumentar las tarifas desde el momento que, para hacerlo, requieren la autorización del Gobierno del Estado.
En el caso de las familias, está por demás decir que el impacto es inmediato y no será fácil que se recupere la inversión en combustibles porque el salario o los ingresos por concepto de ventas que realicen los padres de familia en sus negocios, no aumentarán de inmediato.
A los productores agrícolas que andan bien metidos en la preparación de las tierras para sembrar en este ciclo agrícola, claro que les pegará el aumento al precio del diesel, porque no lo tenían previsto y como ya no hay ese tipo de combustible subsidiado, lo que sucederá es que la deuda que adquieren los hombres del campo para hacer producir la tierra será mayor para cuando cosechen y por tanto, sus ganancias se reducirán.
Quizá fue bueno para quienes anduvieron de vacaciones, saber que marcharon y estarán de nuevo en sus lugares de origen con el mismo precio de la gasolina o el diesel, por tanto, su presupuesto quedó a salvo, sin embargo, a partir del lunes será otra historia, por el aumento definido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Y lo que son las cosas, en 2010 cuando era diputado federal Luis Videgaray Caso criticó muy duro al entonces presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa por el asunto de los subsidios y que en lugar de ello frenara el aumento al precio de la gasolina y el diesel, que de manera religiosa se sucedían cada mes.
El ahora responsable de Hacienda, tiene que ver lo que puede hacer con sus palabras, al menos tragárselas, porque desde su despacho salen las autorizaciones para el aumento de los combustibles, que irán más allá de lo previsto para este mes de agosto, aunque será cosa de unos centavos más en los meses subsecuentes.
Videgaray Caso, dijo en 2010 que al mantenerse a la alza los precios de los combustibles, se enviaría la economía de los mexicanos a una situación de riesgo, lo que puede suceder ahora que él es el encargado de la SHCP.
La gasolina magna subirá 56 centavos para quedar en 13.96, de los 13.40 pesos que costaba el litro. En tanto, la premium aumentará 44 centavos para situarse en 14.81 pesos, de los 14.37 que cuesta hasta este domingo y el diesel sube 21 centavos para quedar en 13.98 pesos de los 13.77 pesos que pagan ahora.
De lo que decía el secretario de Hacienda hace seis años a lo que dice ahora, hay una diferencia abismal, porque antes estaba del lado de la economía de los mexicanos y ahora justifica el gasolinazo bajo la premisa de que es necesario para el crecimiento del país y que se traducirá en beneficios para ciudadanos a través de programas sociales.
La molestia de los mexicanos es fundada, porque el presidente Peña Nieto y Videgaray Caso, se comprometieron al inicio del sexenio a que los precios de los combustibles se quedarían fijos todo el sexenio, por tanto, mintieron y eso enoja a todo mundo y es la causa de críticas agudas en todos los medios de expresión que la época moderna tiene al alcance de los ciudadanos.
Entre otras cosas se habla de que el PRI, al que pertenecen las autoridades federales, al aumentar los precios de los combustibles abona a la posible derrota en las urnas para el 2018, cuando tendremos la sucesión presidencial.
Los otros
El hecho de que la presidenta municipal de Mainero, Nelly González Aguilar, haya exteriorizado que le gustaría ser la dirigente del PAN en la entidad, fue suficiente para desencadenar el relevo de César Verástegui Ostos, en virtud de que éste anda más ocupado en la transición gubernamental que en las cosas de partido, lo cual es obvio, porque ya ganaron y los que estuvieron con él podrán colocarse en cargos dentro de la administración que tendrá a su cargo Francisco García.
El asunto del relevo panista fue más allá de la aspiración natural de la alcaldesa, ex diputada federal y ex senadora de la República, porque de inmediato sobrevinieron las reuniones del equipo de la alternancia para definir quien era más conveniente y desde luego, no será ella, sino el diputado de nuevo con licencia Francisco Elizondo Salazar, quien la primera separación de la curul, lo hizo para buscar la candidatura de su partido a la gubernatura, cosa que no logró porque la dirigencia nacional decidió que fuera el entonces senador García.
El tamaño de la chamba que deba de hacer quien quede en el comité estatal del PAN, tendrá que ver con el tamaño del desacuerdo ciudadano que puedan generar a los panistas en el ejercicio del poder. Esto en un escenario donde las expectativas son muy grandes, porque miles de priístas que estaban en desacuerdo con el tricolor buscaron una opción diferente en el PAN.
Por otro lado, los diputados locales que lidera desde la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Ramiro Ramos Salinas, se presentarán a trabajar este mes, porque está acordada la realización de un período extraordinario de sesiones, durante el cual buscarán que todos los asuntos en Comisiones y en agenda legislativa se concluyan mediante dictámenes para que serán votados en el Pleno.
La realidad es una buena medida que llamados representantes sociales, terminen el plazo para el que fueron electos en la talacha, quizá de esa manera los tamaulipecos puedan decir que los integrantes de esta Legislatura sudaron la camiseta hasta en período de receso, porque se propusieron no dejar asuntos pendientes a quienes les reemplazarán a partir del mes de octubre venidero.
Desde luego que Ramos Salinas no batalló nada par convencer a sus compañeros de la importancia de llevar a cabo un período extraordinario de sesiones, porque con el paso del tiempo se consumó como un líder propositivo.